“En octubre, nos volveremos a manifestar en todas las ciudades y en todos los pueblos”. Estas fueron las palabras con las que Ainhoa Serrano, portavoz del Sindicato de Estudiantes, cerraba la última manifestación en contra de la LOMCE el curso pasado. Cinco meses después, llegó octubre con tres días de huelga convocados y una manifestación que pretendía ser multitudinaria, pero como queremos que LA TABERNA GLOBAL sea considerado un medio serio y con criterio, no comentaremos que la asistencia por parte de la comunidad educativa y los sindicatos fue comparable a la de cualquier Fiesta de la Primavera, mejor citaremos fuentes oficiales del Estado y diremos que como el seguimiento de la huelga fue de un 20,76 % -esos inquietantes decimales-, en Málaga salieron a las calles los mismos cuatro gatos de siempre.
TEXTO: Beatriz García. FOTOGRAFÍA: Isabel Vargas.
Si a estas alturas aún no sabes lo que es la LOMCE (Ley Orgánica de -inexistente- Mejora de la Calidad Educativa), seguramente ni te enteraste de que ayer se convocó una manifestación a las 18:00 horas en la Plaza de la Constitución -y mira que lo avisamos- para luchar contra las medidas que impone dicha reforma y a la que acudieron más de 10.000 malagueños para evitar el “retroceso educativo” que causaría la ley del ministro peor valorado, Wert. Una ley que ya ha sido aprobada en el Congreso por los santos cojones con el único apoyo parlamentario del PP.
Esta es la razón por la que quizás pudiste notar una leve falta de vida en tu facultad, con un 82% menos de Personal de Administración y Servicios, el 40% de los profesores ausentes y un 70% de alumnos de piarda según cifras de la UMA que el Sindicato de Estudiantes contrasta con el 93% de seguimiento. ¡Mira quiénes eran los majaras que iban por ahí gritando! ¡PIQUETES!
La LOMCE es ya la octava Ley de Educación de la democracia y no ha caído demasiado bien a la marea verde que recorría ayer por la tarde las calles del centro. Estudiantes, profesores, padres con niños a hombros y sindicatos -incluidos CSIF y ANPE que se suman por primera vez- encaminaron el recorrido desde Calle Larios hasta la Plaza de la Merced con pitos, megáfonos y pancartas que tachaban de Wertgonzosa la reforma; esas cosas de hippies.
Sin carteles ni explosivos -mejor asegurarse- María Ruíz, estudiante de Económicas, declaró a nuestro medio que está “en contra de todo lo que ha llevado a cabo el Gobierno” y no le parece justo que “tengamos que pagar más porque ellos sean unos ladrones”. “Yo estudié y quiero seguir estudiando en la escuela pública”. Su compañera, Inmaculada García, estudia Logopedia y piensa que si ya han recortado los pilares básicos de educación y sanidad, “con lo caras que son las matrículas para los malos recursos que se prestan…ni te cuento como ahora les dé por privatizar” seguido de un: “¡Que recorten en toros que eso no es cultura!”, sin pelos en la lengua, ya que es Logopeda, no Podóloga, eso es de los pies.
La manifestación avanzaba y por más que intentaba llegar a la cabecera con uno de nuestros bellísimos fotógrafos, no veíamos dónde empezaba la gente. Cuando creíamos haber llegado, nos dimos cuenta de que sólo era un hueco gigante entre una parte de la protesta y la otra, ya que había una clara separación entre estudiantes y sindicatos. A la policía no debimos caerle muy bien porque cuando llegamos, cortaron uno de los carriles del Paseo del Parque con un coche oficial. Las 15.000 personas (convocantes dixit) se limitaron a dar la vuelta a la rotonda de Las Tres Gracias y a seguir su recorrido original que les llevaba hasta la Plaza de la Merced hasta que ¡valla salvaje apareció!: más policías impedían el acceso al túnel porque los manifestantes no llevaban zapatos y querían entrar sin pagar la consumición.
Tras una sentada frente a ellos, y mientras que la cola de la manifestación no se estaba enterando de nada porque aún iba por el Parque, el cuerpo de Policía se retiró y dejó que la ruta siguiese su curso. Una vez en La Merced, se procedió a la lectura del manifiesto, como siempre, sólo que esta vez la mayoría ni se enteraba porque estaban repartidos como podían por calle Alcazabilla, calle Victoria y el túnel -sí, todavía-. Así que para acabar, mientras la plaza aplaudía al megáfono, elegimos a una persona de vestida de verde y con rastas -al azar, claro- para tener una bonita frase. Fran, diplomado en Relaciones Laborales, no venía a la manifestación, “aquí esto tenemos que arreglarlo con violencia, este país funciona así”. Por cierto, que dice Wert que lamenta mucho la muerte de Manolo Escobar.
Lo que hay que Wert: ayer hubo manifestación en contra de la LOMCE,
Acerca de Beatriz Rojo
Licenciada en Periodismo en la UMA: estoy ahorrando 200€ para pagar el título. De esas personas pluriempleadas para sacarse un sobresueldo, sólo que gratis. Lo mismo te hablo de pitos que de flautas. También busco oportunidades para escapar del país.