Ojeando 2013, el triunfo de los artistas autoproducidos

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  • La fiesta musical en Ojén acoge a 15.000 visitantes y hace balance positivo de un evento único en la provincia que se convertirá, probablemente, en una de las citas imprescindibles entre poperos andaluces. 
  • Supersubmarina se ve desbancada por grupos como Hola A Todo El Mundo, Corizonas o Napeleón Solo, frente a un Iván Ferreiro calculador y emotivo.
  • Las bandas que han despuntado a nivel local: Denyse y los Histéricos, Fila india y Bud Spencer Band.

FOTOGRAFÍA: Laury Muñoz. TEXTO: Isabel Vargas.

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Groupies fascinadas por el moderno de turno, El Chino (Supersubmarina). Por Isabel Vargas

Ojén no es territorio para modernos. O quizá quieran decir indie. Lo que está claro es que lo llamen festival indiependiente, de independiente tiene poco si se fijan en las bandas que han tocado. Se salva HATEM, Jero Romero, Izal y algunos más. En fin, lo denominen como lo denominen, la séptima edición del Ojeando ha sido todo un éxito. ¿La fórmula? Un ambiente de fiesta popular en el pueblo, buenos precios (descuentos y ofertas para el público del festival) y un cartel que, a priori, dejaba mucho que desear en comparación con otros años pero que supo saciar a los ojeteños*. Pero, eh, no todo fue júbilo y alegría, también hubo tiempo para hacer cola en la explanada donde se acampaba durante horas. Un total de 200 inscritos en la lista para entrar a las deseadas parcelas, de los cuales más de la mitad se quedaron fuera. Algo que se debería solucionar para el año que viene. Más allá de eso, y una pequeña confusión en el foso** durante el primer concierto en el escenario patio, el Ojeando 2013 se ha coronado como uno de los festivales malacitanos con más renombre en Andalucía, y probablemente con el tiempo en España.

VIERNES

Se acercaba la hora de abrir el festival y los miembros de Aurora, puntuales, ya estaban sobre las tablas. La formación presentaba su primer gran largo, ‘Géminis‘.  Mención especial a Los Pilotos y Los Planetas, que han influido enormemente a este álbum debut cargado de pop ruidoso con una pizca de psicodelía y algo de electrónica. Con Luminarias nos fuimos de viaje. Los granadinos, que ya habían participado en otra edición del festival como uno de los ganadores del concurso “Nuevos Talentos Ojeando”, se despedían contentos por haber estado a la altura de grupos que a continuación pisarían el Escenario Patio.  Le tocaba el turno a la banda madrileña Hola A Todo El Mundo. El cuarteto madrileño interpretó casi en su totalidad el tercer disco, ‘Ultraviolet Catastrophe’, y se metía en el bolsillo a cientos de espectadores. Una pequeña dosis de power pop, vestigios del sonido folk proveniente del primer disco, los benditos teclados ochenteros de Ana Molina y unas guitarras afiladas hacen de HATEM una propuesto única y fresca de gran riqueza instrumental. Ese tipo de riqueza instrumental que hace gritar a causa del éxtasis musical y marca la diferencia. Un todoterreno incatalogable, musicalmente hablando, que arrasa con fuerza y se lleva por delante a propuestas como la de Supersubmarina.

Después de los oníricos HATEM, saltaba al escenario el conjunto liderado por Mikel Izal. Un directo en donde demostraron que para tener tan solo un disco a la venta, pegan fuerte con su power pop. Con su hit La mujer de verde hicieron saltar y desgañitarse a los fans que coreaban al unísono emocionados: “Tú dame una señal”. Tras la remontada con temas conocidos adelantaron parte de su segundo álbum -financiado gracias a la campaña de crowdfunding- con Jenna Fisher. Como ya anticiparon a la Taberna Global en una entrevista, en este nuevo disco “hay quizás una mayor dosis de relaciones interpersonales con respecto a la que había en el primero”. Un Izal caracterizado por unas buenas letras -el vocal en sus inicios era cantautor- dejó al público con ganas de más. Tras media hora de descanso, arrancaba uno de los momentos más esperados por las jóvenes groupies: el directo de Supersubmarina. El linean directo caracterizado por el sonido bubblegum (melodía pegajosa cual chicle, armonías sencillas, acordes simples y patrones rítimicos repetitivos) y guiños al pop anglosajón dejó claro que la banda jienense se acomodó en Ojén. Iniciaban el directo con una pieza del primer CD (‘Electroviral’), Eléctrico. Tras observar que se habían ganado al público, en su mayoría fans enloquecidos/as, se crecieron hasta llegar al tema con el mismo título que da nombre a la banda. Al repertorio no le faltaron canciones del último disco como Canción de guerra o Hermética, aunque al contrario que en el disco, el cantante alias “El Chino” desafinó en más de una ocasión. Dramas amorosos para adolescentes musicalizados que llegaban a su fin con los bises cañeros de Kevin McAllister, Puta vida y Cientocero. ¿La fórmula de su éxito? Letras en conexión con las experiencias vividas por los cientos de jóvenes que coreaban eso de “ya no necesito dios, que me falta amor, puta vida esta que me tocó“.

Despliegue visual en la pantalla con escenas a lo spaghetti western moderno. La hora de Corizonas había llegado. La acertada fusión de Los Coronas y Arizona Baby ha dado como resultado un conjunto resultón que destaca a nivel nacional, sin duda. Se llevarían en el bolsillo a los espectadores desde el comienzo con una versión de Pink Floyd en consonancia con el sonido country que les caracteriza, Wish You Were Here ya estaba allí. La banda demostró ser los reyes de la noche gracias al rock con aires sureños sin grandes artificios que se deja influir por un gran abanico de géneros: el country, el folk, el blues o el surf. Los ojeteños saciados por el banquete musical esperaban para resacirse con la sureña y contagiosa melodía de Run to the river, tema estrella del grupo. Un pastel contundente de rock que alimenta la escena nacional y llena los estómagos, hartos de tragar de la radiofórmula actual.

SÁBADO 

Después de la sesión con Disco Mordisco, cargado del electropop más alternativo o los hits clásicos, tocaba esperar a si la noche del sábado igualaría a la del viernes. Abría la tanda de conciertos el mítico grupo de Málaga Fila india, que tras diez años regresaban a los escenarios. Un torrente de power pop influenciado por el género surf inundaba el lugar. “Va a ser una noche super brutal”, adelantaba Juampa, el cantante de la banda. Un día lleno de celebraciones para Fila india y es que Álvaro Herrera, guitarrista y coros, cumplía años. Tras la emotiva felicitación, sacarían la artillería pesada, que se corresponde con las composiciones de su primer EP ‘Niño Niñato’, y el LP ‘Turistas’, llevando al directo canciones tan famosas como Me has dejado. También aprovecharon para anunciar que pronto sacarían nuevo disco, bajo el título ‘El rayo de Gerry López’. Tras la vuelta a los 90, el conjunto de Málaga se despedía con un auténtico regalo para sus fans, el conocido tema Pop. Tras la cañera inauguración con Fila india le seguió el talentoso grupo granadino de pop rock Napoleón Solo, enfrascados en la composición de lo que será su tercer disco. El directo bien defendido de los de Granada hizo cambiar de opinión a más de uno, que no hubiera asimilado su sonido si no es en concierto. Un directo que en más de una ocasión hizo que se formase una especie de “pogo pop”. Entre tanto, el ambiente orquestal proveniente de ‘Chico Disco’ envolvía al público, Adiós ya estaba sonando. El repertorio que tiró de canciones pertenecientes a su último trabajo (Ramira, Si el mundo no se acaba) también alternó con piezas como Dibujos, extraída de ‘Napeleón Solo en la ópera’. El adiós definitivo vendría como de costumbre de la mano de Lolaila Carmona, en donde Alondo Díaz presume de falsete. Como Colofón, la organización del festival llenó el recinto de globos.

Tras la lluvia de éstos, todos los asistentes aguardaban para vivir uno de los momentos más esperados en Ojén. Iván Ferreiro, que toqueteaba el teclado porque al parecer fallaba, había llegado con esa seguridad de la que pocos pueden presumir. Con una trayectoria tan curtida como la suya es normal que el ex Pirata tuviera preparado un set-list a la medida, sacado del recopilatorio ‘Confesiones de un artista de mierda’. Ciudadano A inició lo que sería uno de los mejores directos de todo el Ojeando. Hubo tiempo para intimar con los asistentes, que cantaron a grito pelado eso de “cerdos ignorantes, sois unos hijos de puta…” (Fahrenheit 451). Una letra basada en la novela  distópica del aclamado Ray Bradbury. Tras la declaración de intenciones de Ferreiro seguió animando el ambiente con temas insignes como NYC. No llegaría el momento culmen hasta recordar temas de Los Piratas como Años 80 o Promesas que no valen nada, en donde los fans, desatados, coreaban, saltaban, e incluso lloraban de la emoción. Pero sería con Turnedo sin duda cuando el clímax terminaría por llegar. Letras intimistas que se suman a la perfección técnica y compositiva que sólo están a la altura de Amaro Ferreiro, guitarrista y letrista del grupo. Antes de terminar, Ferreiro daba tregua para que los fans escucharan el adelanto del próximo álbum, titulado ‘Una inquietud persigue mi alma’. Se iría por todo lo alto, con la emotiva versión de Los Piratas Mi coco. Conmoción entre los asistentes, guiada por la línea de guitarra, en donde más de uno lloraría sintiéndose identificado con la letra.

Después del increíble viaje sideral por el universo Ferreiro, Jero Romero, ex Sunday Drivers, ya estaba listo para ejecutar su primer trabajo autoproducido en solitario. ‘Cabeza de León‘ demuestra que el duro trabajo tiene su recompensa, y es que la puesta en escena de éste fue un auténtico desfile de canciones pop con melodías delicadas y muy cuidadas. Por los oídos de los ojeteños pasaron Las leves o Haciendo eses, con un tempo andante que te evoca las composiciones de bossa nova propias de los años 50. Todo un éxito que dio paso a los aclamados Miss Caffeina, con Alberto Jiménez (cantante) metido en el papel y su habitual antifaz negro pintado. Los madrileños, a pesar de las altas horas de la mañana, consiguieron no hacer dormir a los cientos de asistentes. Lo nuevo, ‘De Polvo y Flores’, cargado de electro y power pop hizo mover a las primeras filas. Una mezcla de canciones cañeras y baladas formaron parte de un espectáculo a la altura de las expectativas. El broche final lo puso de nuevo Disco Mordisco ya que Eme DJ tuvo problemas para llegar a la Sierra de las Nieves. En resumidas cuentas, esta séptima edición del Ojeando ha demostrado que se puede saciar a 15.000 personas con un cartel que no era precisamente el más atractivo. Y lo más importante, permitió que muchos de los artistas independientes que han producido su trabajo gracias al micromecenazgo pudieran defender su propuesta en un festival cada vez más conocido a nivel nacional.

*Ojeteños: Nueva designación inventada por La Taberna Global para hablar de los fans o público del Ojeando.

**Se le dio prioridad en el primer directo, en el que tocó el grupo granadino de pop noise Aurora, a alumnos de la masterclass de Javier de la Rosa y los demás medios tuvieron que esperar pacientes a que se les dejara entrar en el foso para hacer su trabajo. Finalmente en el segundo concierto los medios tuvieron acceso a la zona acreditada.

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Acerca de Isabel Vargas

Nacida allá por el verano del 92. Melómana indecente. De pequeña quería ser corresponsal de guerra, lo sigo intentando. Redactora de Cultura en La Taberna.

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