Como buena institución de izquierdas, la Universidad de Málaga ha mostrado su repulsa a los recortes que está efectuando el gobierno del PP.
Subida de tasas, despidos y más dificultades para acceder a las becas son las principales medidas que el gobierno popular está intentando llevar a cabo. Los rojillos (es decir, los estudiantes) ya se han mostrado en contra de que tengan que estudiar para conseguir una beca y se encierran cada miércoles a charlar en la Facultad de Psicología.
Decidme adiós
El PAS (Personal Administrativo y de Servicios), por su parte, ha organizado paradas de 10 minutos cada lunes en las puertas de las facultades entre las 12 y las 12.10 de la mañana. También han escrito un manifiesto al que puede adherirse todo el que lo desee mediante un autógrafo que podrá plasmarse en cada consejería.
Ahora, le ha tocado el turno a la UMA que, como siempre, llega la última. El viernes emitió un comunicado de prensa en el que, entre muchos nombres de leyes, comentaba cosas como “estando de acuerdo en la necesidad de establecer un plan de ahorro para corregir el déficit público, no se puede hacer perjudicando el estudio, la docencia y la investigación y recortando los salarios de los empleados públicos”. Efectivamente, no se puede hacer perjudicando el estudio, y por eso ellos todavía no han estimado oportuno ampliar ya el horario de las bibliotecas por exámenes. Tampoco se puede hacer recortando los salarios de empleados y es por eso que ellos no están despidiendo a nadie… ¿o sí?
La Universidad de Málaga ha expresado su defensa “a ultranza” de la Universidad Pública a la vez que ha admitido que se suspende “la aplicación del proceso de asignación docente” que se había iniciado para el próximo curso a la espera de que se adopten “las correspondientes medidas”.
En relación a la huelga educativa que hay convocada para mañana, 22 de mayo, la UMA no comenta nada más allá de un leve “hacemos un llamamiento a la responsabilidad y al ejercicio responsable de los derechos constitucionales que amparan a todos los ciudadanos”.
Quien sí se han manifestado en torno a la huelga ha sido el Equipo de Dirección de la Facultad de Ciencias de la Comunicación, otros rojos que afirman su adhesión al paro de enseñanza, manifestando así su rechazo “tanto en los contenidos como en las formas” de los recortes que “imponen” a las Universidades. “Dichas actuaciones suponen un ataque frontal contra el propio concepto de servicio público y la viabilidad de la universidad pública, reduciéndola a un elemento más del mercado y apostando de manera clara por su mercantilización” han declarado en un comunicado enviado a los alumnos.
Así, en resumen, mañana no habrá clase. Si alguien quiere asistir está en su completo derecho, pero debe recordar que: si hay huelga, no hay clase; si ensucia el váter nadie lo limpiará; si se gasta el papel más vale que lo traigan de casa; si quiere un enchufe de conserjería tendrá que esperar a que el conserje de turno en servicios mínimos quiera atenderle y así un largo etcétera de vagos que no quieren levantar este, nuestro país, y que van a la huelga mientras perjudican al resto de pobres e indefensos seres.
La UMA se une al rechazo a los recortes,
Acerca de Ángela R. Bonachera
Interesada en todo. Preguntona, curiosa y muy perfeccionista. No paro quieta. De Erasmus en Londres aprendiendo todo el periodismo que puedo.¿Sonríes?
