El conductor del autobús universitario abandona a su suerte a unos desamparados alumnos en mitad de la Autovía del Guadalhorce
La línea 20 de la EMT comienza cada mañana su recorrido “de una manera semidirecta” desde la Alameda Principal (en el centro de Málaga) hacia el Campus de Teatinos. El trayecto tiene como meta conectar ambos lugares en el menor tiempo posible. Así, la mayor parte del itinerario discurre por la autovía, hasta pasar la parada situada frente a la comisaría provincial, donde se desvía hacia la derecha para adentrarse en el universo paralelo que supone Teatinos.
“Mira, mira, sin manos”
Sin embargo, hace un año, con el objetivo de darle vida a las apagadas y somnolientas primeras horas malagueñas, el autobús continuó por la Autovía del Guadalhorce en lugar de tomar la salida hacia el distrito malagueño. “Si quieres te pongo en contacto con la chica que lo vivió, que me lo ha contado”, expresa una compañera de Comunicación, quien afirma que el autobús tuvo que dar la vuelta por el recinto ferial para poder volver a Teatinos, provocando que los estudiantes llegaran media hora tarde a sus respectivos centros.
Esta mañana, en busca de una salvaje aventura, se ha vuelto a repetir la hazaña. “El autobús se ha parado en mitad de la autovía, con una cola inmensa”, nos relata una de las personas presentes. “La gente ha comenzado a gritar: ¡bájanos, no sé qué, no sé qué, bájanos!”. Y como buen siervo a las órdenes de sus pasajeros, “el tío ha abierto la puerta en medio de la carretera y ha dejado a los estudiantes allí, justo detrás de Turismo”, describe este chico que ignora que la Facultad a la que se refiere es la de Ciencias de la Comunicación. “He tenido que dar toda la vuelta andando”, narra un joven perteneciente al Club de Atletismo de la UMA, institución que ha propulsado la carrera de prestigiosos corredores de 400 metros lisos como Adelaida de la Calle.
“Seguramente es porque el conductor está acostumbrado a llevar el 25”, comentan unos. “Este tío aún anda con resaca del puente”, dicen otros. “Los de la EMT lo que buscan es un ERE para disfrutar de la nueva reforma laboral”, añaden los peperos. “Lo que ocurre es que el autobús no les representa”, contradicen los sediciosos del 15M. Tras contrastar la diferente información recibida, las autoridades policiales consideran la hipótesis de que “el chófer” se haya picado con algún otro piloto, desafiando los límites de la velocidad y explorando nuevas rutas.
El verdadero conductor de la línea 20. Su ojo derecho seguía la ruta correcta.
Las quejas no se han hecho esperar. Un usuario indignado declara que no le extraña que esto haya ocurrido. “Siempre hay un acompañante que da conversación durante todo el viaje al conductor”, confirma. “Ese hombre o mujer –aclara- debería estar trabajando y centrado en lo que está haciendo, y no cotilleando”, apostilla. Además, deja claro que no está satisfecho con la saturación que hay en el 20 “ni con la voz de Loquendo que nos dice, con mucho respeto, eso sí, que pasemos al fondo del autobús”, finaliza. “Y ya está, que estoy muy furioso, y si me queréis, irse del 20”.
En la EMT se palpa una revolución, que comienza no sólo con estas carreras ilegales, sino también, como ha retratado el omnipresente Curro Troya en Twitter, con el incumplimiento de horarios de la empresa. Será que se acerca la primavera, y ya saben lo que ocurre con la sangre. O quizás sea el especial 29 de febrero…
"¡Bájanos, no sé qué, no sé qué, bájanos!",
Acerca de Inmaculada Montes
Como dijo el coronel Buendía: "Aquí, esperando que pase mi entierro". La lluvia de Londres me tenía hasta el moño y me volví a Córdoba. Mi experiencia en LTG me ayudó a entrenarme para El Mundo Málaga, pero he vuelto a mis raíces.
