El proyecto Málaga Arte Urbano Soho ha traído a la ciudad a importantes figuras del urban art. Hoy, en LA TABERNA GLOBAL, queremos hablaros de la labor de un artista incomprendido. De un maestro del minimalismo y la abstracción (todo a la vez). Del encargado de dar el primer paso.
Se trata de la persona que se lanzó a pintar la fachada del edificio situado junto al colegio García Lorca. No es Obey, ni tampoco D*Face. A partir de aquí nos referiremos a él como Él, porque no queremos someterle a las presiones de la fama. Y porque no sabemos cómo se llama, pero eso es lo de menos.
Las manchas del pantalón delatan al encargado de bañar de color ocre una de las paredes del ya emblemático edificio. Delatan el sacrificio que supone pintar una fachada y no salirse de los bordes. Puede parecer una labor sencilla, o carente de creatividad, pero es que resulta que la cosa va más allá. Estamos ante una obra de arte capaz de hablar por sí sola. Los expertos afirman que se podría tratar de “un círculo ocre sobre fondo ocre”.
En definitiva, se trata de una pieza rompedora, que al mismo tiempo se adapta al espíritu de la ciudad mejor que ninguna. La gama cromática (algo limitada, eso sí) representa el sol, el albero de la plaza de toros y la paella.
Ya sabéis, hay que apostar por los artistas locales, porque eso está bien.