Un punto de encuentro para gente innovadora y con talento. También se admiten curiosos. Se trata de presentaciones rápidas donde una serie de ponentes, denominados “Speakers”, presentan sus proyectos de manera que en tan sólo 6´40 minutos deben haber captado la atención de los asistentes.
La idea surgió en Tokio, allá por el 2003. Dos arquitectos, Astrid Klein y Mark Dytham, decidieron crear un nuevo formato para que la gente emprendedora pudiera exponer sus diseños. Un solo requisito, creatividad y por supuesto, un breve lapso de tiempo por cada puesta en escena. Además, se propone como un espacio de interacción entre materias tan distintas como lo son la publicidad, la cocina, la fotografía, el cine, la música, el diseño gráfico, la creación multimedia, la arquitectura, etc.
Actualmente, se ha exportado a más de 550 urbes de todo el mundo, entre las que podemos destacar Nueva York, Moscú, Rotterdam, Vancouver, Berlín, Londres. España cuenta con Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Las Palmas, Bilbao entre las ciudades donde se ha llevado a cabo y ahora se suma también Málaga.
La primera edición de este nuevo formato de exposiciones contaba con las participación de nueve proyectos, a cada cual más peculiar en sus diferentes disciplinas. Cada speaker disponía de 20 diapositivas que debiera desgranar en otros 20 segundos. Todo un reto para encandilar a los futuros consumidores, posibles socios u ofertas de trabajo que les ofrecieran después. Ahí encontramos la particularidad, el público observa una gran variedad de ideas en muy poco tiempo, lo que hace del PechaKucha Night una propuesta muy amena.
La presentación corría a cargo de Damián López y Alfonso Fiz, respectivos directores creativos de las empresas que lo organizan (Leblume y WaMakeRenders). Abrían la noche advirtiendo que “las diapositivas pasan en 20 segundos y aquí te pilla el toro”. Se inauguraba este primer volumen con Emilio Molina, y su especialidad era la investigación en música y tecnología. Nos hizo un breve repaso sobre las nuevas formas de interactuar con el sonido y el cuerpo humano, a través de Kinect, Arduino (mini ordenador de 40 euros) o la Rasberry para sintetizar ruidos. Nos sorprendió con una aplicación de móvil que crea música a partir de mensajes de Twitter. Se despedía promocionando el nuevo disco de su banda “19” y animaba a jugar con estos programas para iniciarse en este mundo.
Le seguía TaninoTanino, al micro Lourdes Molina para presentarnos este club social de vino creado en 2009. La filosofía de esta empresa es “buscar la nobleza de todos los vinos inteligentes”. Básicamente TaninoTanino pretende descubrir talentos y productos relaciones con la bebida de los dioses en Málaga, a la vez que se convierte en una referencia para aconsejar sobre el sabor de éste. Además, se encargan de hacer guías a partir de una cata natural y sincera y después envían un certificado a cada bodega. ¡”Espero que seais futuros taninenses”!
“Hola, nos hemos venido a cantar hoy, sino a contar la odisea de nuestro primer disco”- Así se presentaban Dry Martina, una banda malagueña que mezcla soul, pop, swing y flirtea con el rock’n’roll, como resultado un género etiquetado en el retropop. Una apuesto sólida de la escena patria, la cual nos relataba en tono irónico y humorístico todo el duro camino que han recorrido hasta grabar ese primer álbum (se incluyen promesas rotas con la multinacional BMG y hasta la creación de su propio sello, Contraproducciones).
Llegaba el turno de Okami, un restaurante de comida japonesa que quiere convertirse en el punto de encuentro para las dos culturas. Conformado por un gran equipo, tienen la intención de crear esa alianza donde “todos aprendan de todos”.
Aquí concluía la primera parte del ciclo, descanso de media hora para los espectadores, que expresaban su aprobación: “Muy interesante la verdad”. “Mucha promoción para las empresas de aquí. Igual no estamos acostumbrados a este tipo de eventos”. “Esperamos que siga celebrándose”. Y por supuesto, “la cervezaaaaaaaaaaaa” gratis. También manifestaron alguna negativa y aconsejaron “cambiar el discurso, que sea un poco más natural, algo menos forzado”.
Volvía con Bola Barrionuevo, natural de Torremolinos, cartógrafo, proyectista de jardines y artista vinculado al grupo de figurativos madrileños de mediados y finales de los años 70. Nos exhibía sus obras de manera ingeniosa y graciosa. También nos explicaba la manera de concebir el arte y las ciudades desde su punto de vista inusual.
Javier Iglesias y su atractiva apuesta por una empresa de experimentados creativos llamada Ideario Ventures se ganaba de calle a todos los que allí se encontraban. Sorprendiendo y haciendo reír durante toda la exposición al público. Quiso introducirnos en el concepto de “buscar el Wow en lo inesperado”, que comparo a la reciente creación de Cecilia y su Ecce Homo. De regalo, sobres con la bella postal del cristo y gafas 3D a juego, todo muy vintage.
A continuación, Iñaki Pérez de la Fuente narraba la historia de la Oficina de Arquitectos de Málaga y la intervención que realizaron en la Alcazaba y el teatro romano. A eso, añade su particular visión sobre las diferentes formas de recorrer la ciudad. En resumen, “expandir los recorridos que estamos acostumbrados a manejar, entender la ciudad de Málaga como una casa de todos”.
Estaba anocheciendo y rugía el estómago que ansiaba una cena, pues la que nos mostró Daniel García, famoso cocinero, vía diapositivas fue de película. Su negocio, Restaurante Calima, se basa en un concepto: la fusión de los sabores más tradicionales andaluces con la vanguardia de la alta cocina. Todo un exquisito viaje para los paladares más exquisitos y atrevidos.
Canela Party & Culoactivo Canela colocaban el broche final a la noche. La elección, sin duda, fue la más acertada. Todo nace del amor incondicional hacia la música, la fiesta y el bizarro mundo de los disfraces y el atrezo. Tras seis exitosas citas, el Canela volverá en agosto del año que viene. Sin duda, un festival que acoge a grupos ansiosos de fans y adeptos, no al revés. En resumidas cuentas, una experiencia que “tienes que vivirla” porque es inexplicable, incluso con un tío bueno de por medio hablando y una exposición de diapositivas entretenida.
El lugar escogido fue el Castillo de Gibralfaro, un sitio adecuado debido a su agradable ambientación. Todo esto adulterado con el sabor de una Victoria gratis y una degustación de sushi por parte del restaurante Okami (it’s free!). Sin lugar a dudas, una carta de presentación bastante atractiva que dejará a más de uno con ganas de más. Volverán el próximo 2 de octubre, con motivo de las Jornadas de Arquitectura que celebra el Colegio Oficial de Arquitectos, con una segunda edición esperada por muchos.
PechaKucha Night Málaga, éxito rotundo,Acerca de Isabel Vargas
Nacida allá por el verano del 92. Melómana indecente. De pequeña quería ser corresponsal de guerra, lo sigo intentando. Redactora de Cultura en La Taberna.