Don Santiago enmudece al Bernabeu (1-1)

Publicado por
Cazorla celebrando el tanto de la victoriaCazorla arranca un punto en el campo del líder merced a un soberbio lanzamiento de falta en el minuto 92, sumando el segundo empate en Chamartín de la historia de los blanquiazules. El Real Madrid monopolizó fútbol y ocasiones pero la inconcreción de su juego fue penada en exceso ante un rival que había imbuido la derrota.

Al Málaga le ha cambiado la suerte, es un hecho. Si durante la primera vuelta fue una constante la pérdida de puntos por acciones “desafortunadas”, en los tres últimos partidos los de Pellegrini se han topado de frente con Fortuna y su ruleta, que bien los ha provisto de un puntaje inesperado que ha logrado colocarlos en la zona de privilegio en la que actualmente residen. Con el punto conseguido ayer los de Martiricos se sitúan en la quinta plaza, empatados con un Levante que marca puestos de Champions League, pero con el tanteador particular perdido.

Los malagueños volvieron a ofrecer una imagen bipolar, con una primera parte muy trabajada y una segunda en la que se limitaron a resistir las múltiples llegadas merengues. La evanescencia del estado de ánimo de los jugadores malaguistas es preocupante, ya que el grado de conformismo mostrado en determinadas fases de los partidos es el mismo que les hace cometer excesivos fallos de concentración, como el que auspició el gol de Benzema.

Esta fragilidad de carácter, este variable tesón, ejemplifica claramente el juego malacitano. Si le hiciéramos un electrocardiograma al fútbol del equipo seguro nos encontraríamos un gráfico lleno de picos y pendientes, y las más altas cotas de juego malaguista en el partido de ayer se aglutinaron en la primera mitad. Durante los primeros cuarenta y cinco minutos, el equipo hizo un alarde de técnica y sacrificio. Esa entrega estuvo ejemplificada en la figura de Demichelis, que ayer se hizo un mariscal en la medular. El central argentino, que ya había ejercido en tal demarcación durante su anterior etapa en el Bayern de Münich, consiguió a base de pundonor y trabajo hacer olvidar al gran ausente de la jornada, el inestimable Toulalan. Su compañero en la media, Camacho, al que rescató Pellegrini del ostracismo en uno de los partidos más complicados de la temporada, también cumpliría de buena manera.

Retomando la difusa teoría de que el Málaga es preso de su permeabilidad anímica, (algo similar a lo que le sucede al Barça, salvando las distancias) los pupilos del “Ingeniero” navegaron en la primera mitad a barlovento. Y aunque la falta de gol malaguista sea la misma, a favor del viento se desata el mejor juego de los playmakers malaguistas. Entre Isco, Cazorla y Joaquín se bastaron para dejar en entredicho la intratabilidad madridista en su feudo, sembrando la incertidumbre entre las gradas de Chamartín.

Pero cuando mejor estaba el Málaga llegó el gol de Benzema. Que el Madrid no necesita ni media oportunidad para meterte tres goles es vox populi, y ayer se demostró perfectamente en el tanto local. En una jugada aislada, de estas en la que los de Mourinho te dan tres pases y los tienes en la frontal, Cristiano se inventó desde la banda izquierda un preciso centro para que el francés, pésimamente cubierto, rematara a placer en el segundo palo.

A partir de entonces, a sotavento, el guión cambió radical. El resto del choque el Málaga no se lo creyó, y de su falta de fe floreció una falta de mordiente que fue inmediatamente vislumbrada por Mourinho, que conminó a los suyos a dar un paso adelante. Desde entonces y hasta el final, un carrusel de ocasiones blancas hizo elevar el sentimiento derrotista de los andaluces, quedando el equipo costasoleño como un pelele maniatado ante un adversario excesivamente superior. Tan sólo la falta de acierto merengue, unida a la colosal actuación de Caballero, permitieron llegar al fin del partido con un marcador tan apretado.

Sucedió entonces: el “pirata” Granero cometió una indiscutible falta al borde del área, y todas las cámaras apuntaron a Cazorla. El asturiano había bajado el pistón en la segunda parte, algo previsible teniendo en cuenta que el interior sin balón no es nada, y que el esférico era del Madrid. Al menos lo fue hasta el minuto 92, en el que Santiaguito (que me maten si no tiene toda la cara del típico coleguita putero) colocó el esférico con mimo y, con la templanza que le caracteriza, enganchó un inapelable disparo que entraría por el palo del portero. Tan preciso fue el chut, que el tímido pasito en falso que dio Casillas hacia el otro poste hizo inútil su posterior estirada a contrapié, dejando escapar así el cuarto punto de la temporada en el Bernabeu (los otros tres se los llevó el Barcelona).

El empate conseguido, pues, supondrá un extra de motivación para la plantilla, pero han de ser conscientes de cómo se consiguió. Una vez calmado el estado apoteósico, ya en rueda de prensa, Manuel Pellegrini declaró: “No creo que el equipo esté en el vestuario sintiendo que hizo algo histórico, sino que se ha sumado un punto que nos da los puestos europeos”. Se le olvidó añadir algo: “el Málaga no jugó una polla a nada en la segunda parte y nos pudieron caer siete, a ver si le echamos huevos y mantenemos esta posicion, que el Levante se desinfla seguro…” Pero bueno, para eso ya estamos nosotros…

 

VN:F [1.9.22_1171]
Rating: 5.0/5 (1 vote cast)
Don Santiago enmudece al Bernabeu (1-1), 5.0 out of 5 based on 1 rating
Share Button

Acerca de Javier Blanco

El redactor mas morune

Comentarios:

¡Da tu opinión!

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

* Copy This Password *

* Type Or Paste Password Here *

Puedes usar las siguientes etiquetas y atributos HTML: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>