Una malévola y rigurosa interpretación de la legislación propiciará, por desgracia, la continuidad en el poder de la izquierda de los EREs, la corrupción y los 5 millones de parados.
Se dice, o más bien dice Teodoro León Gross, que Javier Arenas “es un perdedor interminable, incluso cuando gana”. Nada más lejos de la realidad. No obstante, un análisis sopesado y minucioso de la realidad refleja que la fatalidad y los vacíos legales se han cebado con el candidato popular. Porque en la política no existe la justicia poética.
La trayectoria de Javier Arenas ha sido, desde sus inicios en 1983, imparable. Aún siendo, ya de pequeño, el segundo de cuatro hermanos, las elecciones le hicieron conseguir su primera concejalía en el Ayuntamiento de Sevilla. A partir de ahí, se sucedieron las victorias en la Tenencia de Alcaldía de la misma ciudad, la de diputado en el Parlamento Andaluz, la subsiguiente en el Congreso, su triunfo como Ministro de Trabajo, su éxito como Secretario General y la conquista de la Secretaría General del PP andaluz. Como ven, todo un ganador.
Pero Arenas no ha sido nunca un hombre al que le concedan segundas oportunidades, y ésta, la cuarta, parece ser la última, aunque fuentes del partido aseguran que “no se contempla su renuncia”. Esta circunstancia se presenta como insondable dada su brillante trayectoria política. Y no me refiero únicamente a los numerosos cargos de honor adquiridos a lo largo de la historia.
Javier Arenas se hizo con 1.238.200 votantes en 1994, época de pleno apogeo para el socialismo a nivel nacional y europeo. En sus siguientes elecciones alcanzó 1.467.700, es decir, 229.500 sufragios más. Tras este logro llegó el ostracismo. El sevillano, relegado a un segundo plano, reapareció en 2008 con otro notable logro: 1.730.200 electores, o lo que es lo mismo, 262.500 más. Este crecimiento exponencial ha culminado en 2012 con la primera victoria del PP en Andalucía tras treinta años de reinado socialista.
Sin embargo, el pueblo parece dispuesto a volver a castigar al Javi Bocanegra, como le llamaban de pequeño. O no. O sí. El caso es que la ley electoral, la Ley D’Hondt, a la que Rosa Díez ha calificado recientemente de injusta1 2 3 4, le ha dejado fuera de San Telmo una vez más. La explicación es sencilla: Javier Fernández (PSOE), ha logrado con 159.811 votos convertirse en la lista más votada de Asturias con 159.811, a sólo 7 escaños de la mayoría absoluta. Arenas, con diez veces más papeletas (1.567.200), apenas se ha quedado a 5. Doble moral.
Se pueden sacar valoraciones positivas de las elecciones andaluzas: el PP ha ganado por primera vez en la historia unos comicios en Andalucía, el candidato ha prometido “estar a la altura de las circunstancias y de la historia” y además se confirma la no asexualidad de Diego Valderas. De cualquier manera, el futuro pinta muy negro para los populares. De momento, Rajoy se reúne hoy con Obama.
Javier Arenas vuelve a ganar en Andalucía,Acerca de Manolo García
Fui becario en SUR para ganar experiencia y poder trabajar aquí. Ahora mismo no tengo novia, y estaría interesado tanto en una relación seria como en algo esporádico. Mis opiniones no me representan a mí, sino a otra persona. Ahora mismo tengo llamadas entrantes gratis.