Kim Jong-Il, el dictador megalómano, hipocondríaco, paranoico, cruel, excéntrico y guapísimo, pereció el pasado sábado mientras trabajaba para sacar adelante el país.
“Ah”. Son las últimas palabras del hombre que más ha luchado por el futuro de los norcoreanos. Kim Jong-Il, como su nombre indica dictador de Corea del Norte, falleció el pasado sábado a manos de una terrible “fatiga física”. Sólo a él podía pasarle algo así. Con éste, ya son 6 los tiranos tumbados por los mercados y el capitalismo en lo que llevamos de 2011. Empezando por el líder de Al Qaeda Bin Laden, progresivamente han ido cayendo la ministra de Cultura Ángeles González-Sinde, el primer ministro italiano Silvio Berlusconi, Ernesto Sábato, Jaime Alguersuari y el propio Kim Jong-Il.
La KCTV (televisión estatal de Corea, organismo similar en formas y contenidos a TVE) mostraba ayer en los vídeos la desolación reinante en las calles del pequeño país. Mujeres desconsoladas, hombres llorando arrodillados y militares secándose las lágrimas con la bandera nacional se congregaron en el mausoleo de Kim Il-Sung, padre de Corea del Norte y del difunto líder asiático. Incluso Alain Juppé, ministro de Exteriores francés y reconocido enemigo del Querido Líder, supo comprender la angustia de los ciudadanos. “El sufrimiento de un pueblo me entristece”, decía.
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Dicen de los grandes deportistas que sólo aparece uno cada medio siglo. Sin embargo, el surgimiento de emblemas políticos como Kim Jong-Il (aunque también fuera una estrella del deporte, pues según la prensa del régimen, la primera vez que salió al campo de golf de Pyongyang batió el récord mundial con 38 golpes bajo par) se antoja como algo mucho más infrecuente. Su nacimiento, allá por 1942, fue predicho por una golondrina y anunciado por un doble arcoíris glorioso y una estrella brillante en el cielo, lo cual es un manifiesto signo de buen auspicio en la cultura norcoreana. Aunque luego fuera comunista.
Dotado de “una inteligencia asombrosa, un agudo poder de observación, una gran capacidad de análisis y una perspicacia extraordinaria”, se graduó en Filosofía y en Economía por la Universidad Kim Il-Sung. Ya en esa época aseguraba que podía controlar el clima, y por ello se hacía llamar “El sol del siglo XIX”.
Con tan sólo 23 años inició su andadura política en el comité central del Partido de los Trabajadores de Corea, un comienzo precoz en comparación con otros excelsos líderes de la política internacional como Mariano Rajoy, que hizo sus primeros pinitos en Alianza Popular al ser elegido diputado con 26 años. En 1993 heredó el cetro de Comandante Supremo del Ejército y un año más tarde, tras el infarto de corazón sufrido por su padre, tomó el poder de la nación, donde emprendió su labor social.
Y es que es que Jong-Il encontró rápidamente la solución a la hambruna que padecía el pueblo norcoreano, consistente en abastecer a la población por medio de conejos gigantes alemanes de hasta 10 kilos de peso. Actualmente, el resultado de esta propuesta es un pueblo que sobrevive con 200 gramos diarios de arroz, maíz y repollos (Para que os hagáis una idea, la pizza mediana del mercadona tiene 375g). También centró sus preocupaciones en la ola de baja estatura que acucia Asia, para lo que confeccionó una especie de droga contra los problemas de crecimiento.
Su amplio bagaje cultural es otra de las características que suscitan mayor admiración en el país, donde hay más de 35.000 estatuas del dictador y donde cada casa guarda una pequeña porción de pared para colgar su retrato. Según afirma el Líder Incomparable, a lo largo de su vida ha leído 18.000 libros y cuenta con una colección de 20.000 películas. Sus conocimientos se ven plasmados en “Sobre el arte del cine”, su mejor obra.
Además, el inventor de la hamburguesa solía combinar su mejor creación con una suculenta dieta basada en la langosta, el caviar y el coñac Hennessy (valorado en 650 dólares) importado directamente de Francia.
Ni por Franco se lloró tanto
No obstante, toda esta grandeza no impidió que el cansancio acabara con su vida mientras, según la KCTV, se encontraba de viaje “para el bien del pueblo”. La muerte de El gran sucesor de la causa revolucionaria, que llegó a inyectarse sangre de mujeres vírgenes para sentirse más joven, fue homenajeada por sus súbditos con el lanzamiento de varios proyectiles directos hacia Corea del Sur cohetes al cielo para acompañarlo en su viaje al más allá.
Las grandes potencias occidentales han recriminado en numerosas ocasiones a Kim Jong-Il la carrera armamentística en la que está sumido el país, además de aseverar que supone una “seria amenaza para la seguridad global que hay que afrontar”. Pero estas declaraciones contrastan con la información que publica el Kremlin, en la que confirma que la parte norcoreana “expresó” reiteradamente “su disposición a retornar sin condiciones a las conversaciones para el desarme nuclear” del país, paralizadas desde 2008. Una genialidad más del paladín.Porque como ha señalado el Ministro de Asuntos Exteriores chino, Liu Weimin, “se va un gran líder y un buen amigo”.
La fatiga asesina al dictador de Corea del Norte,
Acerca de Manolo García
Fui becario en SUR para ganar experiencia y poder trabajar aquí. Ahora mismo no tengo novia, y estaría interesado tanto en una relación seria como en algo esporádico. Mis opiniones no me representan a mí, sino a otra persona. Ahora mismo tengo llamadas entrantes gratis.
