El Centro Cívico de Málaga albergó esta misma mañana a un grupo de indignados socialistas que reivindicaron un nuevo modelo de partido.
Lo de esta mañana en el Centro Cívico pudo parecer una asamblea del movimiento 15-M. Pero nada más lejos de la realidad. La indignación era palpable, sí, pero no entre sediciosos y rastafaris. La indignación era palpable entre ni más ni menos que socialistas críticos con su propio partido. La Taberna Global estuvo allí, escuchando lo que tenían que decir. Y es que, como si de la campaña del Partido Popular se tratase, para los socialistas también ‘empieza el cambio’. Un cambio que pasa por asentar el nuevo modelo de partido en tres pilares básicos como son la democracia (más participativa, con primarias abiertas incluso a simpatizantes), la transparencia y la ética (con la creación, incluso, de un consejo destinado a ello). “El Partido Socialista, que siempre fue el partido honesto, debe volver a serlo”, remataba el abogado y ex presidente de la gestora de Marbella, Diego Martín Reyes.
El acto, bautizado como “Cambiar para crecer” y organizado por el floreciente movimiento ‘Socialistas hoy’ dio comienzo en torno a las 12 en la sala Benalmádena del Centro Cívico ante unos 200 militantes, muchos de ellos con cargos en ayuntamientos de pequeños municipios. Entre los asistentes destacaban ex presidentes de la Diputación como Enrique Linde, José María Ruiz Povedano, Juan Fraile y Salvador Pendón o el ex secretario general Carlos Sanjuán. Aún contando con la presencia de estos antiguos cargos, el naciente ala crítica del PSOE malagueño quería ceñirse al futuro. Tanto es así que cuando uno de los asistentes tomó la palabra en el turno de libre expresión, fue reprendido por llamar «golfos» a algunos de los allí presentes. “Por respeto” y además, porque habían de “hablar sólo del futuro”. Y es que en la rueda de prensa previa al acto ya afirmaron que no querían criticar a la actual directiva, sino cambiar el partido desde sus cimientos. “No se puede construir una casa por el tejado”, explicaba Josele Aguilar, uno de los portavoces de este nuevo movimiento que busca “cambiar para crecer” el PSOE malagueño.
A pesar de todo, no querían ser calificados de críticos. O al menos eso destacó Nacho López, jurista del Consorcio de Transportes y socialista. “Sí me considero un ciudadano crítico, pero estoy harto de que me metan en el sector crítico del PSOE, joder, formo parte de un sector preocupado con lo que está pasando, y lo que me preocupa más es el partido, la organización”. Josele Aguilar ya destacó en rueda de prensa que habían captado plenamente el mensaje que la sociedad les había mandado en primer lugar el 22 de mayo y en segundo lugar el 20 del mes pasado. El partido debe refundarse y acercarse al pueblo. En eso coincidieron todos los allí presentes. Pero al mismo tiempo, también hubo consenso a la hora de prestar apoyo a la candidatura del actual presidente de la Junta de Andalucía, Griñán, de cara a las elecciones autonómicas del año que viene.
No quisieron, efectivamente, criticar a la dirección del partido. “Algunos dirigentes del PSOE de Málaga se han escondido y encerrado en sus despachos”. “Los que están ahora no son capaces siquiera de arreglar las mesas electorales vacías”. “Tenemos que pedirles a nuestros dirigentes que sepan rectificar”. “Cuando el poder se convierte en un fin, el militante pierde la confianza en la dirección”.
Durante la última hora del acto se abrió el turno de libre expresión en el que diversos militantes dieron su opinión. Desde Juan Antonio Torres, consejero por el PSOE del distrito Teatinos hasta el propio Enrique Linde, actual presidente del Puerto de Málaga, pasando por un buen número de militantes rasos, todos pudieron decir muchas cosas que hasta entonces no habían podido. “Yo decía todas estas cosas en mi agrupación y me hacían perrerías”. Se habló del tráfico de cargos, de la falta de democracia o incluso de la falta de comunicación. Pero ante todo, los atípicos indignados se marcharon del Centro Cívico con dos sensaciones: que el recinto no era el suyo, pues pertenece a Bendodo, y que tienen mucho trabajo por delante. Tanto es así, que uno de los militantes, Ivan G.; ha desarrollado una aplicación web. Una red social. Un Tuenti pero en rojo. Un sexyono, un votamicuerpo que ni Manuel Huertas ni María Gámez tienen, a primera vista, mucha intención de usar. Una pena. Por cierto, para quien dudase que a pesar de indignados, críticos, o minoritarios, eran socialistas… sí, se escuchó aquello de “la derecha se va a cargar el estado de bienestar”.
De momento nos mantenemos a la espera de que el PP empiece a pelear por lo que quiere. Hasta entonces, seguiremos informando.
#empiezaelcambio en el PSOE malagueño,
Acerca de Alberto R. Aguiar
Estudio y dirijo todo esto. No quiero acabar en Sálvame.
