El pasado lunes, un grupo de alumnos de Criminología -se desconoce la facultad en la que estudian- se acercaron hasta el habitáculo de Galería Central para realizar un programa de prevención situacional que evite robos como el del martes 8 de enero.
El empollón de la clase, cuyo nombre no revelamos para salvaguardar su integridad y al que nos referiremos como ‘nuestro protagonista’ de aquí en adelante, descarta por completo que las obras de la exposición hayan desaparecido por la combustión espontánea: “Realmente se ha estudiado y no existe”. Al preguntarle por qué se hubiese llevado él de la exposición, nuestro protagonista se muestra nervioso. Un sudor frío le inunda la frente y responde: “De aquí no me hubiese llevado nada, porque la televisión está bien asegurada”. Un excusatio non petita, accusatio manifesta en toda regla.
La autoría del robo, difícil ya de esclarecer, es una incógnita que arroja hipótesis de toda índole. Pero nuestro protagonista va más allá y se aventura en berenjenales fútiles: “El que ha hecho esto es un ladrón, ladrón. Vamos, probablemente sí. Al 100%”. Eso lo ha dicho un estudiante, estudiante. Nuestro protagonista. Vamos, probablemente ha dicho eso. Al 100%. Pero nuestro protagonista decide ir más allá del más allá: “Puede que el robo lo haya cometido alguien que le dé cosa no salir en el collage robado, o alguien que sabía el precio del cuadro, o un fetiche”. Como ese fetichismo que empuja a robar bragas y olerlas; a robar cuadros y olerlos.
Elisa García, la profesora que acompañó a los futuros criminólogos, cree que no basta con fijar unos dispositivos de prevención sino que se debe concienciar al alumnado. Eso de recordar a universitarios que robar es enfermizo y está mal. Y que a Intereconomía le parece inmoral. Y que todos vamos a ir al infierno porque Dios nos odia a todos. Sin embargo, no todos apuntan en la misma dirección. “Creo que el robo no lo ha cometido ningún alumno”, afirma Tecla Lumbreras, la caudilla de Galería Central, maestra universitaria e ilusa de profesión.
Entre las medidas propuestas por los estudiantes de Criminología para evitar futuros hurtos, destacan soluciones como la instalación de cámaras de grabación las 24 horas o la contratación de guardias de seguridad. También fue planteada la posibilidad de poner un cartel que rogase no robar.
Al margen de esto, la denuncia fue interpuesta el pasado martes a las 10 de la mañana después de que un comisario polici
"El que ha hecho esto es un ladrón, ladrón. Vamos, probablemente sí. Al 100%",Acerca de Leo Rama
Corresponsal de La Taberna Global en Madagascar, entre otros muchos enclaves.