Supongamos que hace tres meses se hizo público que el Ministerio de Educación no becaría a los estudiantes que el curso próximo realizaran estancia en el extranjero sin tener un B2. Supongamos que tu universidad, en marzo, decide admitir públicamente que los exámenes de idiomas que ellos vendían (y cobraban) como oficiales no te sirven más que para limpiarte el culo y si eso, para que te den el título. Podemos suponer, también, que incluso hace mucho más tiempo la mencionada institución sabía que las estancias becadas se reducirían seis meses, pero ¡sorpresa! tampoco hizo nada por cambiar los acuerdos académicos anuales que -a pesar de llevar años para realizarse y no poder modificarse a última hora- tienen la mala costumbre de desaparecer misteriosamente el día de la adjudicación de plazas.
La Universidad de Málaga está cogiendo la mala costumbre de tirar la piedra y esconder la mano detrás del Ministerio de Educación, que ya tiene bastante con lo suyo para que le achaquen la incompetencia ajena. Relaciones Internacionales es la cabeza de turco de una institución que lleva ya bastante sin hacer las cosas a derechas; el Erasmus está destapando lentamente todas las carencias y continuos errores de un servicio que tiene como única función gestionar los programas de intercambio con universidades extranjeras.
Pero no os engañéis. La movilidad te la gestionas tú y si RRII hace algo es entorpecer . Las reuniones de adjudicación de destinos Erasmus nunca son gratas para todos pero este año además de hacerse esperar ha sembrado el caos en general. Además de suplentes decepcionados, chillidos de emoción y alguna que otra amenaza, gran parte de las asambleas celebradas ya han seguido su cauce normal. Pero en la facultad de Comunicación la indignación y los gritos no tardaban en hacer acto de presencia: uno de los suplentes en las listas de Publicidad, con examen de inglés suspenso, obtenía plaza, Mientras, otro alumno de Periodismo con media alta y examen aprobado se quedaba fuera de las listas por un ”error informático” y otra suplente de la misma titulación obtenía una plaza mientras más de una decena de ‘estimados’ se quedaban con un palmo de narices.
Un error informático, sí. Al fin y al cabo, en Relaciones Internacionales las decisiones las toma un programa informático, que es el que ha determinado cuál es la mejor plaza para cada alumno. Tras más de una hora de quejas y peleas la reunión de la facultad de Comunicación se postergaba a las doce, con tal de concender a las coordinadoras un plazo para acudir a la oficina de RRII en un intento obsoleto de solucionar los problemas. Llegó esa hora y nada. Más de la mitad de los que optaban a plaza en Periodismo no tenían destino; algunos alumnos de Comunicación Audiovisual recibían una plaza de intercambio que les exigía un C1 (de lo cual no tenían ni idea) y en Publicidad se repartían destinos sin ton ni son, obviando muchos países con los que existía -cuentan las leyendas- acuerdo académico y que los estudiantes habían seleccionado.
La antipatía entre aquellos que competían por un mismo destino y la unión en desgracia de los que sufrían el mismo problema. La tensión en la sala provocaba interrupciones, jaleo, insultos y guantazos. Bueno, quizá guantazos no. Pero sí gritos a las coordinadoras, que desesperadas por solucionar el embrollo prometieron repetir la adjudicación de plazas al día siguiente intentando que la mayor parte de la gente se marche satisfecha. RRII a su vez, se desentendía de los problemas alegando por redes sociales que ‘ellos no habían cometido ningún error’ y en sus mismas oficinas en las que varios estudiantes se personaban a pedir explicaciones que ‘el problema era del alumno o de la web’.
Tampoco daban ninguna respuesta ante las insistentes cuestiones de los alumnos semanas anteriores, que no entendían por qué su oferta de destinos cambiaba continuamente y no cesaban de desaparecer nombres de países en las listas. Y no pensemos en alternativas o posibles soluciones para los problemas de movilidad; ‘hablar con la universidad receptora’ siempre es la mejor opción. A pesar de afirmar en su página web que solo algunas facultades compartirían las mismas plazas para todas sus titulaciones en facultades como Comunicación o Comercio y Gestión universitarios y profesores se llevaron la grata sorpresa de que muchas titulaciones pisaban las movilidades de otras, creando una total desigualdad.
Tras prometer que las listas estarían arregladas para el día siguiente, hoy, día 9, se ha celebrado la segunda reunión de adjudicación en Ciencias de la Comunicación. Todo parecía seguir, por fin, por su cauce normal. Sin embargo, varios alumnos han percibido que compañeros con el examen suspenso optaban a plaza, quitándosela por orden de nota media a otros que sí que habían aprobado. Otro error más. Las responsables Erasmus en Comunicación, en primer momento, han argumentado que el criterio de Relaciones Internacionales era que con más de un 3 en el examen, podías optar a irte. Un criterio con el que nadie había contado y que resultó ser falso: tras quejas de los estudiantes la misma mañana, RRII ha rectificado y hoy, a las 12, se celebrará la TERCERA REUNIÓN DE ADJUDICACIÓN. Con las listas ahora, aparentemente, correctas. Pero ya no sabemos qué pensar.
Otro ejemplo de la encomiable labor de RRII también cerca; en Bioquímica, dos alumnas han obtenido plaza en Estados Unidos y Canadá en Convocatoria Única. Tras el papeleo pertinente (que no es poco) y varias semanas, los responsables de la movilidad de la UMA han advertido a las estudiantes de que aunque la universidad de destino las haya admitido ¡no existe plaza para su titulación! Y en Turismo se desataba una masacre tras darse a conocer en la reunión que disponían de 10 plazas para Londres desconocidas hasta el momento.
Seguiremos informando.
Relaciones Internacionales, siempre a tu lado (caos Erasmus en CCCOM),
Acerca de Marieta Rosa Sánchez
De esas personas guapas que hacen que aunque seas listo parezcas tonto. Vosotros pensáis; yo escupo. https://twitter.com/maarieetaa