La Facultad de Ciencias de la Educación y Psicología se arma de valor y desvergüenza y desafía la hegemonía Galería Central con una opulenta selección de los mejores objetos perdidos del curso 2011/2012.
Magia, poesía
Ser artista está de moda. Y si no que le pregunten a los de Galería Central, que ya no saben qué hacer para rellenar ese pasillo. Los últimos en sumarse a esta ola de cambio devoción por la cultura han sido los conserjes de la Facultad de Ciencias de la Educación y Psicología. Y es que desde hace exactamente unos días se ha habilitado la alacena de una de las rampas interiores para acoger una fastuosa exposición de objetos perdidos.
Bolsos, estuches de vacas y de Minnie Mouse, fundas de móviles, bufandas, camisetas, pseudocortinas, gorros de lana, ovillos, bolsos, 19 paraguas, bastones, gafas de sol tintadas, cargadores, guantes, parchises, agenda de París (¡qué gran ciudad!), flautas, llaves, libretas. Todo encaja en esta empírea vitrina, que da cobijo tanto a la estética realista de lo común como a las grandes piezas literarias de la narración prosaica (“SI PERDISTE: RELOJ, PENDIENTE, MÓVIL, PENDRIVE, ANILLO… PREGUNTA EN CONSERJERÍA”).
En definitiva, una muestra sin fecha de caducidad, con elementos ordenados por categorías temáticas y subdivididos en función de la efeméride de su extravío. Desde octubre de 2011 a marzo de 2012.
“Me he pasado, la he visto y me ha dado una alegría enorme”, nos cuenta Rocío, estudiante de Psicología que acaba de recuperar su agenda. “Hace poco la perdí y me dije: «Anda, pues mira, voy a ver el sitio ese donde estaban las cosas de objetos perdidos»”, novela con precisión insultante y expresividad vehemente. Rocío explica que el trámite burocrático para rescatar el bloc es “seguro” y “muy sencillo”, ya que únicamente ha de firmar un documento “con el DNI, el teléfono y tal”. De cualquier manera, la estudiante asegura que nunca sucumbiría a la tentación de sustraer instrumental ajeno. “Es por mi personalidad”, esgrime.
Paco Castro, conserje de la facultad, también pone en valor la seguridad del procedimiento. “Yo compruebo que el objeto es de verdad suyo. Miro su documentación, les pido señales… Nos tienen que decir algo”, elucida con mirada penetrante. Aún así, destaca la buena fe de los estudiantes: “Por lo general la gente es muy honrada; aquí se recogen muchos objetos perdidos”. Precisamente de ahí nace el eminente propósito de crear una galería en el hall del centro.
Aunque parezca que no, ya son más de 17.000 los beneficiarios de este servicio
“Solo queremos favorecer a los alumnos, que ahora está la cosa muy mala de dinero”, manifiesta el conserje, justificando de esta manera la posible competencia desleal con Galería Central. “¡Esto no es una exposición de arte! Nosotros no rivalizamos con ninguna galería de arte”, exclama.
Por último, Castro lanza un llamamiento a los estudiantes de Psicología y Educación: “¡Pasen y vean, quizás encuentran algo que hayan perdido hace mucho tiempo!”. La Taberna Global se ve obligada a difundir esta dramática sentencia por toda la comunidad universitaria. Y así lo hace. De momento, yo ya me he llevado un paraguas.
Ultraje, oprobio y competencia desleal en la Facultad de Educación y Psicología,
Acerca de Manolo García
Fui becario en SUR para ganar experiencia y poder trabajar aquí. Ahora mismo no tengo novia, y estaría interesado tanto en una relación seria como en algo esporádico. Mis opiniones no me representan a mí, sino a otra persona. Ahora mismo tengo llamadas entrantes gratis.
