Un grupo de estudiantes de Ciencias de la Comunicación, que no tienen otra cosa mejor que hacer, montan charlas con realizadores y actores del “show business”. Cualquier excusa es buena con tal de faltar a clases.
Esta semana, el Aula Magna de la facultad de Ciencias de la Comunicación ha recibido numerosas visitas. ¿Un mitin del PP para las próximas elecciones andaluzas? Ojalá; ¿otra concentración de indignados del 15-M? No, los perroflautas son más de sentarse en el suelo. En realidad se trata de estudiantes, frikis y aficionados de la gran pantalla quienes se han reunido en la tercera edición de las Jornadas Cinejoven, realizadas el 13, 14 y 15 de este mes. La Taberna Global hizo un gran esfuerzo para asistir a todas las ponencias y mesas redondas que se dieron lugar allí, haciendo un despliegue sin precedentes.
El martes 13 tuvo lugar la inauguración de estas jornadas a la que asistieron el decano de la Facultad, la vicerrectora de Cultura, el director general de Comunicación de la UMA, el vicerrector de Estudiantes, el delegado de Juventud y la directora de Cinejoven (o eso es lo que dice el programa porque nosotros estábamos asistiendo a clase como buenos alumnos).
Lo interesante, o no, venía a partir de las 12:00 horas, cuando se desarrolló la primera ponencia de la realizadora Juana Macías, quien vino a Málaga tras ganar el premio Goya al Mejor Cortometraje por Siete cafés por semana, que, proyectado esa misma tarde, dejó un buen sabor de boca entre los asistentes (y eso que era sobre café). La madrileña dio varios consejos a los que querían dedicarse a esto del cine.
Contó la historia de como llegó a hacer su primera película, empezando por el parto de su madre, así que imaginad lo largo que fue; para, más tarde, mostrar el corto Frozen Souls, una sucesión de tíos hablando solos donde, encima de todo, te tienes que adivinar lo que se contestan…
Por la tarde llegó Manuel Cristóbal, ganador de varios Goya por la película Arrugas. Productor que habló largo y tendido sobre el cine español y el americano y tras el cual llegó el turno de una mesa redonda con tres críticos de cine: Gregorio Berlinchón, de El País; Irene Crespo, de Cinemanía y Paco Griñan, de Diario Sur. Para bien (de los asistentes) o para mal (de la moderadora y los organizadores), lo que debía ser un debate sobre el papel de los críticos ante el cine 3.0, acabó tornando en una mezcla de opiniones sobre la piratería, el precio de las entradas y el uso que deben hacer los jóvenes del dinero. Como si de un cutre programa de televisión de juicios se tratara, de repente el público asistente tomaba el protagonismo recibiendo los aplausos de unos y otros en función de los que dijesen, dejando a los verdaderos protagonistas como meros observadores y llegando a veces solo a apoyar o no las diferentes opiniones. Pero la verdadera fiesta llegó de la mano de Gregorio Berlinchón, cuando trató el tema de la piratería de un modo bastante peculiar y llamativo.“Si yo de repente os saco coca y os la pongo aquí encima de la mesa, venís corriendo todos a meteros una raya”.
La segunda jornada solo tuvo dos actos. Por la mañana, el realizador Carlos Vermut, ganador del Gran Premio del Jurado en el séptimo festival Notodofilmfest, asistió hasta Málaga para hablar de su trayectoria. Las obligaciones estudiantiles nos impidieron asistir a la que estamos seguros que fue una muy agradable charla, por lo que nos pudieron contar. Además se proyectó Diamond Flash, largometraje del mismo autor.
Carlos Iglesias llama “fascistas” a los alumnos de Comunicación Audiovisual
La jornada de tarde que debía empezar a las 16:00 h., llegó con un cambio de programa y media hora de retraso. Comenzó con la proyección de Ispansi (una especie de Españoles por el mundo en Rusia durante la Guerra Civil) tras la cual se llevó ca cabo la ponencia de su director, Carlos Iglesias, quien estuvo acompañado de su mujer, la actriz Eloísa Vargas.
El actor tuvo una simpática charla con los asistentes, aunque con dificultades en la voz. “Estoy fatal con el polen”, declaró. También hizo grandes alusiones a los personajes de Pepelu (La sonrisa del pelícano) y de Benito (Manos a la obra), que el público reía y aplaudía. Tras esas odas noventeras, explicó detalles de la grabación del film como los problemas para las localizaciones y las infraestructuras (que acabaron en Suiza). Los aspectos más técnicos interesaban principalmente a los alumnos de Comunicación Audiovisual, a los que llamó “fascistas” cuando levantaron la mano para decir quiénes eran de esa carrera. El actor contó anécdotas de la grabación como los problemas por el frío, ya que se movieron entre los -10ºC y los -26ºC (se rumorea que contrataron a Pingu para las localizaciones, y claro, pasa lo que pasa).
Así de manera sutil, el actor se atrevió a llamarnos incultos, y es que, durante el montaje de la película decidió incluir el papel de un narrador “para que llevara al espectador por la película”. Pese a todo, Carlos Iglesias logró ser Trending Topic, (que ya tendría que haber poca gente tuiteando a esa hora para que el muchacho llegase a serlo). Y tras una lucha dialéctica entre los términos técnicos y el acento del chico que intentaba contarlo, Carlos Iglesias y Eloísa Vargas llegaron a entender qué significaba ser “eso” en Twitter.
La última jornada del Cinejoven, celebrada el jueves 15, se inició con una mesa redonda de guión formada por Sergio Barrejón (Amar en tiempos revueltos) y Cristóbal Garrido (Promoción Fantasma). Los guionistas fueron de los más interactivos con el público, haciendo bromas y chistacos entre ellos. Además, hablaron de su historia hasta llegar donde están. “Buscar el éxito es absurdo”, declaró Sergio. “Una vez te nominan al Goya, las ofertas de trabajo sigue exactamente iguales”, comentaba Barrejón, haciendo alusión al “cabezón” que ganó por El Encargado.
Cristóbal Garrido nos confesó lo que le había costado llegar hasta donde ha llegado. “No tengo estudios universitarios”, declaró. Comenta que en la televisión es fácil que reciban las propuestas, lo difícil, según él, “es que las compren”. Uno de sus trabajos más recientes es la película Promoción Fantasma, que según Garrido “la crítica la puso guay”; algo que ni ellos, ni nosotros entendemos.
Por la tarde, Carola Rodríguez, productora de El Cosmonauta, explicó en su ponencia todos los detalles de su proyecto basado en el “crowdfounding”. “Queríamos presentar un nuevo modo de hacer las cosas”, declaraba. Una web potente era el primer paso. Luego han obtenido algunas ayudas, subvenciones y colaboraciones como las de Filmin y Cameo que se encargará de distribuir la película, aunque no quieren hacerlo por los medios tradicionales. Carola contó detalles de la fase de grabación como que los letones no sabían cocinar o que de El Cosmonauta habían salido 6 parejas (claro, tantas semanas en Letonia qué iban a hacer si no…).
Y llegó el plato fuerte. La última jornada del Cinejoven la cerraba la mesa redonda con Antonio Zabálburu (Hospital Central) y Santi Millán (7 vidas). Ambos actores eran el gran reclamo de estas jornadas, y así se vio reflejado en las butacas del Aula Magna con un lleno absoluto y sujetadores listos para ser lanzados.
Antonio esperó a que el decano de la Facultad de Ciencias de la Comunicación terminase de leer su currículum para destacar lo verdaderamente importante de su carrera: “He participado en Pasapalabra”. El actor de Hospital Central (lo que viene siendo Arrayán a nivel nacional y una vez a la semana) contó que su madre quería que estudiase Medicina, y casualidades de la vida le hizo llegar a ser médico, pero en la ficción, menos mal.
Santi Millán fue más al grano, cortó de manera amable a Juan Antonio García Galindo alegando que “al que le interese, que lo busque en internet”. El público asistente aplaudía cada intervención del actor cómico como si no hubiera un mañana propiciando que el propio Millán les pidiera su aplauso “solo cuando fuera necesario”.El actor confesó lo que todos imaginábamos del mundo del espectáculo: “Siempre hay fiesta”.
Tras un bonito halago a Sofía Mazagatos, llamándola de todo menos “buena actriz”, Santi atacó contra los guionistas: “Cuando me cuesta memorizar es porque el guión está mal escrito” (¿Esto se puede aplicar a los exámenes?). El público se vino arriba al oír hablar de dinero y preguntaron “cuánto era lo mayor que habían cobrado”. Ninguno de los dos dieron cifras, pero si explicaron que “por ir a un evento, te pueden pagar más que rodando una película durante dos meses” (ya sabemos de qué ha vivido Paquirrín tantos años).
“¿Cómo se siente al recibir una colleja de la enorme Amparo Baró?”, preguntaban a Millán desde el público. “Amparo Baró es muy grande en todos los sentidos, bueno, en casi todos”. Reconoció que las collejas no le debían doler pero confesando que en una de las grabaciones sí que le dio fuerte, tanto que la actriz llegó a parar la secuencia.
Unas jornadas de cine (nunca mejor dicho) que finalizaron con la gran ovación del público, que no solo iba dirigida a los buenorros de Millán y Zabálburu, sino también al trabajo de los componentes de Cinejoven.
Fascistas, camellos y aficionados al cine se dan cita en la UMA,
Acerca de Miguel Ángel López
3º de Periodismo y aquí esclavizado me tienen.
