El Consejo de Gobierno de la Universidad de Málaga otorga privilegios a los estudiantes que están trabajando un año después de la puesta en marcha del Plan Bolonia.
“La UMA ha dado un paso importante para acercarse a la realidad de muchos de sus estudiantes”. A la última frase de la noticia de SUR se le olvida comentar que se trata de una realidad absurdamente torcida por la precipitación. La Universidad de Málaga facilitará las cosas a los estudiantes que trabajen a tiempo parcial, novedad que ha sido recogida con alivio, pero también con exasperación. Resulta que nuestra Universidad nos está haciendo un favor. Una concesión, por lo bien que nos portamos. Un año después de la puesta en marcha del Plan Bolonia y del cacareado título de Campus de Excelencia, llega esta medida destinada a tapar los agujeros de una reforma que impone la asistencia obligatoria sin tener en cuenta la rutina docente y descuidando elementos que convierten en inútil el primario gesto de pasar lista.
La sobrevalorada evaluación continua aparece como justificación de esta asistencia obligatoria, sin tener en cuenta que, en última instancia, es el profesor o el departamento quien decide la manera de organizar los contenidos de su asignatura. Así, cientos de docentes han tenido que pasar lista aún cuando el calendario era similar al de Licenciatura: un examen final que hace deseable, pero no necesaria, la asistencia. Unos no han admitido la incongruencia, dando rienda suelta al deseo oculto de convertirse en maestros de infantil. Otros, habida cuenta de un temario y una organización no acordes con la dedicación y el trabajo diario que supone la evaluación continua, han pasado por alto la medida. Sólo uno más de los conflictos que inevitablemente acontecen cuando falta el esfuerzo, la dedicación y las ganas de adecuar la realidad existente con la realidad impuesta desde fuera.
Ahora, una normativa que debía haber estado vigente desde el principio, acorde al sentido común y la lógica que debe imperar en el Consejo de Gobierno de una institución pública, lleva un año de retraso. Un año donde los trabajadores a tiempo parcial han tenido que hacer malabares por culpa de una asistencia obligatoria anacrónica y falta de sentido. Pero nada, todos a dar gracias a la UMA por su misericordia y su piedad. Ya mismo leeremos noticias del palo “la UMA anuncia que la secretaría funcionará a partir de ahora de un modo eficiente”, “los alumnos darán clase en su propia facultad” o “el vicedecanato implanta una nueva tecnología en las aulas: el enchufe”. Porque no se dan cuenta de que la rectificación no es un “paso adelante”, es un paso atrás.
Incompetencia obligatoria,Acerca de Javi Skan
Anarcosindicalista. Igualdad, fraternidad y socialismo. Me duele la cara de ser tan GRAPO. ¡Venceremos! No, es broma. Dirijo este medio mientras hago como que me intereso en mi último año de Periodismo en la UMA. Vuestras opiniones me parecen una mierda.