Carta del director: de aquellos polvos estos lodos
Todo comenzó con una rabieta infantil. Pueril. Un lloriqueo, la necesidad de decirle al mundo alto y claro un ‘eh, aquí estoy yo’, y por eso no tuve mayor ocurrencia que proponerle a Javi -quien fue (y aún es) el primer amigo que hice en Málaga- que hiciésemos algo distinto. […]
Acerca de Alberto R. Aguiar
Estudio y dirijo todo esto. No quiero acabar en Sálvame.