Hablamos de Iván Ferreiro, que desde la separación del grupo de rock español “Los piratas” en 2003 continuó con su brillante trayectoria en solitario. Esta vez se dejó caer por Málaga con “Confesiones de un artista de mierda”, su último disco en el que repasa toda su carrera.
Jueves 25 de octubre, 9. 30 de la noche. Ni teloneros, ni sala llena. 300 entradas, agotadas en el último momento para aquellos que buscan un acústico lo más íntimo posible. El cantante gallego se presenta en la Paris 15, copa de vino en mano, con una sonrisa en la cara y acompañado de su hermano Amaro Ferreiro a la guitarra para deleitarnos con un concierto único. A pesar de la deficiente iluminación, junto con algunos problemas técnicos y de sonido, muestra un gran sentido del humor pidiendo al público que ya que es un acústico sea compasivo y no cante demasiado alto para no fastidiar a los demás.
“Hoy vamos a tener un concierto tranquilito”, les cuenta antes de comenzar la actuación. Arranca con Me toca tirar y Paraísos perdidos, abandonando la escasa iluminación para entrar en un juego de luces acompañado de Jet lag y sumiéndoles a los que allí se encontraban en una profunda Tristeza. “Ahora entramos en la parte más triste de los conciertos, que siempre intento quitarme de en medio cuanto antes”, recalca el artista.
Llegamos a la zona sucia, esa que ha puesto a flor de piel los instintos más primarios. Un repertorio donde no faltaron tanto las canciones bien curtidas, como las más inmaduras de su carerra: De su Extrema pobreza pasa a Ciudadano A (en la que se autoguantea provocando un desternillamiento general) para concluir el triplete con Fahrenheit 451, donde el público se desmadra gritando a voces los estribillos de acordes horteras. Bueno, una que da permiso para cantar…
Pero parece que a Ferreiro no le ha gustado la interpretación por parte del público del estribillo de Fahrenheit 451. “Qué bien os sabéis todos esa parte. Como se nota que os hace recordar a alguien desagradable. Pero aunque es muy emocionante veros chillar, creo que voy a cantar bajo, a ver si así lo hacéis vosotros también”, declara gracioso. Por lo visto tiene ganas de cachondeo y cuenta la anécdota de que hay una “versión para niños” que sustituye hijos de puta por sinvergüenzas.Vamos, que le quita la esencia a la canción.
Prosigue con la guasa, “no tengo ni puta idea de lo que va esta canción” confiesa antes de interpretar una de ensoñaciones y mandarles de golpe a NYC, dedicándoles a continuación Canciones para el tiempo y la distancia (en la que nos incita a la descarga ilegal de música con su pequeña modificación de la letra “Me descargué canciones para ti”). La actuación da de sí demostrando toda su Furia paranoide acompañado ya por los coros del público y tras un pequeño problema con el sonido, les dice Toda la verdad.
También, les cuenta todo sin decir qué pasó con Rocco Sigfredi y se demuestra que El equilibrio es imposible, ya que esta vez no consigue acallar a los espectadores, emocionados ante tal función llena de profundos testimonios. Llegaba el momento en el que hace honor al título de su disco con sus confesiones de mierda e intenta echarles argumentando que tiene que ver Quién quiere casarse con mi hijo, lo que nos deja en un estado algo Inerte.
La hora de las versiones había llegado. Somete a votación entre el público canciones de Love of Lesbian y Los Ilegales, pero finalmente se decide por Crímenes perfectos de Calamaro y Destruye de Los Ilegales, transformando el tema punk en una balada como introducción al momento culminante del concierto en el que se conjugan M , Años 80, Promesas que no valen nada e Insurreción, convirtiendo la sala Paris 15 en en una vorágine de gritos, silbidos y aplausos que muestran toda la emoción de unos espectadores en pleno éxtasis.
Rompe las barreras del sonido con Piensa en frío y les hace respirar con El viaje de Chihiro para hablarnos de sus Días azules antes de despedirse tras unos noventa minutos mágicos. No podía faltar uno de sus clásicos más conocidos, Turnedo, que arrancó con los primeros versos de Diecinueve de los sevillanos Maga. El tema estrella del concierto, que sin duda hizo suspirar a más de una y vislumbrar algún que otro cometa.
Con la colaboración de Isa Hueso @tiradaenelsuelo
Un artista de mierda se confiesa en la Paris 15 ,Acerca de Marieta Rosa Sánchez
De esas personas guapas que hacen que aunque seas listo parezcas tonto. Vosotros pensáis; yo escupo. https://twitter.com/maarieetaa