Málaga y sus indignados se suman al descontento nacional causado por las políticas de recortes sociales con una manifestación que recorrió parte del centro de la ciudad.
Parece que fue ayer cuando miles de personas abarrotaban la Puerta del Sol. Es como si ahora mismo los oyera gritar. Cuántas ganas de cambiar todo esto. Qué brillante explosión de creatividad y de revolución. Nos sentíamos fuertes, capaces. Cuantísima gente unida. Y qué peste olía.
Ciertamente, no fue ayer, pero sí que fue en mayo. Y parece ser que gran parte del énfasis revolucionario se ha ido de vacaciones. Pero ya es hora de dejar de cantarle canciones a la hippie de turno al ritmo de una guitarra en una cálida noche de verano. Los políticos vuelven con fuerza. Y con tijeras.
La ola de protestas por los recortes que están llevando a cabo algunas comunidades autónomas en sanidad y educación públicas llegó el 18 de septiembre a Málaga. La Plaza de la Constitución se llenó otra vez de pancartas, rastas, crestas, megáfonos, música, perros y, en definitiva, personas que se atreven a luchar por una causa que consideran justa. Aunque muchas menos, todo hay que decirlo. Según el informe policial, la manifestación, que comenzó alrededor de las siete y veinte minutos de la tarde, estuvo concurrida por 300 personas. En cambio, los organizadores cifran la protesta en unas 5.500 personas. La tendencia de unos a hiperbolizar y de otros a menospreciar empieza a ser algo tan común como la presencia del perroflauta estándar en este tipo de actos.
Típico espécimen de perroflauta en la malagueña Calle Larios
Desde antes del arranque de la marcha se podía observar un ambiente teatral repleto de escenas que representaban la metafórica muerte de la sanidad y educación públicas. Estas representaciones se repitieron a lo largo de todo el recorrido, dotando al desfile de un clima festivo y dinámico.
El itinerario del trayecto presentaba variaciones respecto a otras manifestaciones convocadas por el movimiento 15-M. Esta vez, la marcha comenzó en calle Larios para transcurrir por la Plaza de la Marina, avenida Manuel Agustín Heredia, calle Comandante Benítez, calle Alemania, y Alameda Principal, continuando por calle Larios para terminar con un acto final, de nuevo, en la Plaza de la Constitución. Además, tuvo lugar la lectura de varios manifiestos en determinados puntos del recorrido.
La muherte de la edukasion en la Plasa de la Konsti.
“Apelamos a la constancia. En estos meses hemos aprendido más que en años. El otoño es tiempo de estudiantes, debemos extendernos por las universidades, los colegios, y también por los hospitales” decía una portavoz en la calle Navalón, detrás del CAC. También se efectuó una parada simbólica junto al Centro de Salud Alameda-Perchel, en el que otra portavoz hablaba sobre “la lucha contra los recortes y la necesidad de mejorar los presupuestos y las condiciones relativas a la sanidad y educación pública”.
Al ritmo de proclamas como “Que no, que no, que no nos privatizan”, “Gastos militares para escuelas y hospitales”, “Menos corrupción y más educación” (además de los característicos gritos que nunca sigue nadie) y con “Sanidad y Educación Públicas gratuitas y de calidad para todos” como lema oficial, la manifestación transcurrió sin ningún tipo de intervención policial y con la casi total ausencia de los medios de comunicación locales, a excepción del diario Sur, que cubrió la noticia con dos párrafos. Literalmente.
Manifestación en la Alameda de Colón. Calidad Blackberry.
Pese a la evidente y menguante cantidad de personas, en la Plaza de la Constitución se respiraba un ambiente lleno de positivismo en el que ya no son necesarias las máscaras de V de Vendetta, el misterioso activista creado por Alan Moore, ya que su doctrina está adherida a los indignados, y es solo comparable a su inherente solidaridad y compañerismo a la hora de compartir litronas. Así lo demostró un manifestante con complejo anarcónimo (neologismo casero, derivado de “anarquista” y “anónimo”) heredado del anteriormente citado revolucionario gráfico, ya que no quiso revelar su nombre a La Taberna Global. “Hay mucha gente, y sobre todo, muchas caras nuevas. Es normal que el activismo sea menor en verano porque la gente está de vacaciones”.
En Madrid, el mismo día y a la misma hora, se reunieron, según la organización, 35.000 personas bajo el lema “Banqueros y políticos: ‘Sacad vuestras manos de los Servicios Públicos”. El 15 de octubre cada vez está más cerca, y con él, el otoño, la delicada caída de las hojas de los árboles, el inicio del curso universitario, la campaña electoral, los coleccionables de piezas de barcos que jamás completarás, la cada vez más alta posibilidad de encontrar a Gadafi con un gorro y un jersey de lana con rayas rojas y blancas, los puestos callejeros de castañas y la marcha internacional promovida por ‘Democracia Real Ya’. Así que tranquilos, que aún nos quedan muchos entrañables momentos de carcajadas patrocinadas por Intereconomía.
El 15-M malagueño se une a las protestas contra los recortes,
Acerca de Isabel Bellido
Choni letrada. Último curso de Periodismo en la UMA. Escribo en La Taberna Global y en El Observador, y llevo dos veranos juntando letras también en Diario SUR. Aunque allí soy un poco más formal.
