Lo primero es verdad. Lo segundo no tanto. La asociación universitaria Alternativa de Filosofía y Letras se ha separado de Eureka, red mayoritaria de asociaciones de la Universidad de Málaga, porque “no está luchando por la defensa absoluta de la educación pública”.
La época de exámenes siempre ha sido mala para todos y cada uno de los seres humanos. Para los padres, porque sufren al ver a sus hijos despiertos hasta tan tarde frente a la cegadora luz de la pantalla del ordenador. “Pobrecitos”, piensan, ignorando que ese de la pantalla es Robb Stark y no algún personaje histórico de un documental. Para los profesores, porque tienen que llenar el hueco de tiempo que empleaban en hacer Power Points. Y, por supuesto, para los estudiantes, ya que tienen que esforzarse durante las dos semanas de antes al menos un mes en estudiar todo lo que durante un cuatrimestre les ha sido enseñado a través de amenas lecciones. Pero hay un grupo social que, sin lugar a dudas, se lleva el premio al mayor sufridor durante estos periodos del año: los miembros de las asociaciones de estudiantes. Ellos, que además de habitar las bibliotecas tienen que preocuparse de que estén abiertas veinticuatrohorasaldíatodoslosdíasdelasemana y si pueden poner microondas allí, mejor. Ellos, que tienen que asistir a reuniones, discusiones por Twitter y (¡encima!) soportar el insomnio causado por la expulsión de 1.300 alumnos de la Universidad de Málaga que no han podido pagar sus matrículas. Con ese dato repitiéndose constantemente en sus cabezas, sumado a los distintos temas de sus asignaturas, no hay quien duerma. Y aún es peor cuando se dan conflictos internos dentro de estas asociaciones.
Lo anunciamos con rapidez y sin más dilaciones, para que duela menos: Alternativa de Filosofía y Letras (AFyL) ha abandonado Eureka, la red de asociaciones de ultraizquierda a la que hasta ahora pertenecían. Según Marcos Rodrigo, portavoz de AFyL, el principal motivo que ocasionó esta marcha fue que no consideran que Eureka esté luchando por los intereses básicos del estudiante que se marcaron los miembros de AFyL como asociación, que vienen siendo “la defensa absoluta de la universidad pública”. “Con esto no quiero decir que Eureka no esté
Claramente enfadados.
en contra de las medidas del Gobierno o a favor de mejorar el sistema educativo, sino que consideramos que nuestro modelo de lucha está encaminado a otras vías que Eureka no estaba terminando de explotar”, dice Marcos Rodrigo, haciendo una bonita metáfora al referirse así a los explosivos que la banda dirigida por Luis Centeno guarda y que no se decide a usar. “Esto lo vimos claramente en la última convocatoria de huelga educativa, la del día nueve de mayo”, añade Rodrigo.
Y es que la huelga se convirtió en el culmen del hartazgo de AFyL, ya que no se registran explosiones acaecidas en ese día. Pero tampoco, según los miembros de la divorciada asociación, se registró trabajo o colaboración por parte de Eureka, a lo que Luis Centeno, portavoz de la misma, se apresura en responder: “Lo que dicen de falta de actividad y trabajo es simple y llanamente una falacia”. “Cierto es que en la última huelga no pudimos estar todo lo presentes que quisimos, pero fuimos conscientes de ello desde el principio y así lo manifestamos. Eso se debía a que, en general, llevábamos una racha de trabajo bastante grande con distintas actividades en las facultades y los miembros estaban muy quemados”. Pero Centeno recula antes de que exista la posibilidad de tacharles de vagos socialistas: “Eso no significa que olvidemos esa faceta, ni mucho menos. Seguiremos luchando por los derechos de los estudiantes en todos los ámbitos posibles”.
Esta marcha deja, sin embargo, un panorama político-universitario interesante: Alternativa de Filosofía y Letras se consagra como la asociación más radical de la Universidad de Málaga, mientras que Eureka pasa a ser una simple asociación progreterrorista más. Así lo refleja Marcos Rodrigo en su discurso: “La vía institucional está bastante desgastada y nosotros casi que la descartamos, ya que vemos que todos los órganos ignoran las propuestas o le pasan la pelota a otro órgano”. El desastre burocrático de la UMA queda así tan patente como lo repetidas que están las huelgas. “Consideramos que la huelga es la máxima expresión de malestar, pero también abogamos por la organización y concienciación del estudiantado de cara a poder realizar auténticas movilizaciones y acciones de fuerza”. Lo que podría traducirse en más huelgas sin negociación institucional alguna.
Fernando Ureña nos muestra la cara de la Eureka nostálgica y afable frente al discurso institucionalizado que Luis Centeno nos envía por Whatsapp. “No entiendo del todo la decisión y me da pena porque en muchas ocasiones ellos tiraban mucho de nosotros”, confiesa el también miembro de Eureka. “Eran muy críticos, y eso siempre daba un punto de vista distinto. Creo que AFyL le daba algo a Eureka que nadie se lo dará. El picar por la acción. El motivar por algo. El punto radical. Positivamente hablando. Aunque es verdad que creo que en algunas ocasiones no comprendían bien lo que es Eureka”, dice Ureña mientras se seca el lagrimal. “Consideramos que la huelga es una medida que debemos usar cuando se necesite, pero hay que realizar un trabajo previo. Hay que ver lo que se está haciendo y que la gente lo entienda”, explica.
Se trata, por lo tanto, de la primera crisis que sufre Eureka a nivel interno. Esta separación deja la incógnita abierta sobre si la marcha de AFyL se convertirá en un ejemplo a seguir para otras asociaciones vinculadas a la red Eureka. “No creo”, responde tajante Centeno. “Eureka está formada por gente consciente del trabajo que tenemos por delante, y, a pesar de las diferentes opiniones en algunos temas, sabemos llegar a un punto en común en las cosas importantes”. “Aunque algunos comulguen con sus ideas, están más cerca del sentir general de Eureka que del de ellos. Creo que estamos montando algo muy grande, de lo que todos nos sentimos partícipes”, opina Fernando Ureña. Marcos Rodrigo, por su parte, responde a la cuestión con un intrigante, sugestivo y enigmático “puede”.
AFyL se divorcia de Eureka y pide la separación de bombas,
Acerca de Isabel Bellido
Choni letrada. Último curso de Periodismo en la UMA. Escribo en La Taberna Global y en El Observador, y llevo dos veranos juntando letras también en Diario SUR. Aunque allí soy un poco más formal.
