El grupo andalusí que mezcla metal y rap con bases arraigadas en el flamenco estuvo en La Trinchera. Un público entregado, calentado ya por el grupo local Dimera, recibió a una banda que desprende sabor a nu metal, y a la vez, a flamenco, a sur. La influencia de la copla y la canción andaluza está ahí. Como resultado una actuación contundente y directa, directa al costado.
El público ya aguardaba a las 21:00 horas la llegada de Dimera, el conjunto malagueño de thrash metal. La banda de metal duro presentaba ‘La ley del poder’ (Krazy Musik 2012), un disco que tanto a nivel lírico o compositivo da la talla. Sus composiciones beben directamente de grupos tan famosos en la escena trash o heavy metal como Slayer, Metallica, Pantera o Machine Head. Recalcando en especial la influencia de Pantera en su último álbum.
Le llegaba el turno a Hora Zulú. Tras el imprevisto del año pasado, en el que Javier Cordovilla, actual batería, tuvo que salir corriendo del escenario porque se encontraba mal, todos los asistentes esperaban ansiosos a que comenzara. Abrieron con Que la tierra te sea leve, un tema bastante trabajado que sin lugar a dudas pertenece al grueso de los mejores canciones del grupo. Tras la herencia recibida -la de la Granada nazarí- destaca los arreglos árabes en el disco, una pena que en directo no se utilicen. Finalizaban con una melodía que recordaba a las composiciones flamencas. No hay duda de que han nacido en la tierra del gran Enrique Morente.
Tras el inicio los granadinos seguían despachando canciones del último disco, ‘Siempre Soñé Saber Sobre Nadie Negó Nunca Nada’ (Divucsa Music 2012), con el que ha conseguido destacar en el panorama nacional entre los que destacan también S.A o Berri Txarrak. Llegaba Mis Barranqueras, single del citado álbum, con el que hizo “poguear” a cientos de fans extasiados por el sonido tan consistente que transmiten en concierto. Los riff afilados de Paco Luque no daban tregua en La Trinchera. Las reminiscencias flamencas aparecen constantemente en el disco, y eso junto con el gran influjo por parte de algunos personajes clave en el folclore granadino como Carlos Cano o Emilio el Moro, hacen de este quinto álbum uno de los más compactos y auténticos. Una de las claves del éxito de Hora Zulú lo contaba Aitor en la entrevista para La Taberna Global: “Hay un gran componente de “granainismo” en nosotros”. Inconcebible imaginar al conjunto si hubiera nacido en otra ciudad o en otra comunidad.
Tras lucirse con temas del último disco como Que me mata o Nuestro entonces, llegaría el momento de clásicos como Coplas de negra inquietud o En tu nada. Una banda con más de diez décadas de trayectoria que ha sabido mezclar géneros como el rock, el flamenco, el metal o el rap, aunque de éste apenas quedan restos. “Quizá he perdido esa esencia… pero nunca he sido un mc al uso”, contestó el vocal a la pregunta por el cambio sucesivo en las composiciones al entonar las canciones. Tanto la entonación como la lírica del cantante han cambiado, otorgándole al conjunto matices muy ricos.
El directo transcurría entre cervezas, pogos, pateos, colegueo y mucha expectación por parte de bastante gente que los veía por primera vez. Aitor con el característico gorro recitaba la última estrofa de un poema de Rafael de León, poeta y autor de copla sevillano, para hacerle los honores cantándole (A Don Rafael). Poco después Cordovilla calentaba a los asistentes con los contratiempos metaleros de Toma y obliga, en el que se aprecia el vocabulario que caracteriza a la banda, el del “granaíno poeta”:
Que pena que el viento
no te traiga a veces
conmigo un instante
a mi vera un momento.
Un sentimiento propio de un Andaluz de nacimiento inundaba la sala, y es que Hora Zulú es una banda que transmite y une a gente con gustos muy dispares. ¿Serán las letras? ¿La mezcla de géneros? Se puede contestar con temas insignes como Dice el poniente, Tientos o Agua de mayo, correspondientes al primer sencillo de la banda en donde el nu metal y el rap están muy presente. Finalizaron con A ver si me entiendes, uno de los temas estrella de ‘Me duele la boca de decirlo’ en donde habla de la ciudad donde se han criado. Una ciudad que inspira en palabras de Aitor, ¡pues que siga inspirándoles muchos años más!
Acerca de Isabel Vargas
Nacida allá por el verano del 92. Melómana indecente. De pequeña quería ser corresponsal de guerra, lo sigo intentando. Redactora de Cultura en La Taberna.
