El equipo de Pellegrini selló anoche su pase a octavos de la Copa del Rey frente a un luchador Cacereño que estuvo cerca de lograr la hazaña. El gol de Chapi dejó al 2ªB a las puertas de la siguiente fase. Muy superiores a los locales, los de Julio Cobos dieron una lección a sus rivales.
Mordiéndose las uñas acabaron los malaguistas viendo como un equipo de la competición de bronce le plantaba cara a los suyos, el equipo de moda en Europa. Con un planteamiento de sólida defensa y aprovechamiento de los huecos, los extremeños gozaron de numerosas ocasiones en detrimento de la poca intensidad que mostraron los locales. Cerca lo tuvieron, incluso pudieron cantar la sorpresa mediante el gol anulado a Checa por fuera de juego a diez minutos del final.
El técnico chileno solo hizo cambio en los laterales con respecto al los futbolistas que acabaron el partido de la ida, Jesús Gámez a la derecha en lugar del canterano Jurado, y Alex Portillo por Eliseu. Eran los menos habituales los encargados de rematar la eliminatoria ya encaminada.
El partido que Julio Cobos había planteado se cumplió sin premio. Su trabajo defensivo y presión constante provocó los huecos que preveían. Las ocasiones verdiblancas se sucedieron durante toda la primera parte. Incluso el mayor peligro en la portería de Fuentes fue de un jugador de su equipo. La posesión ineficaz chocaba contra el muro de Cacereño, que con un gran trabajo no permitía a los contrarios superar los tres cuartos de cancha. Solo Buonanotte, muy cómodo en su posición, probó desde fuera del área.
A los treinta y siete minutos, el saque de una falta en forma de centro, permitió al sevillano Chapi marcar superando al central Onyewu, que tampoco convenció ayer en su puesto. En fuera de juego, pero merecido. El tanto animó más si cabía a un equipo desbordante de ilusión y sin pizca del nerviosismo que mostró en la ida. Antes del descanso, el Málaga apretó el ritmo, con poco más resultado que un peligroso disparo de Portillo.
En la segunda parte se siguió con la misma tónica. Con más ritmo que en la primera, incluso el Málaga atrasó a su rival sin suerte de cara a puerta. La entrada del punta Matías Saad puso más peligro a la portería de Kameni. En el77’este venció a Onyewu en el borde izquierdo del área consiguiendo centrar. Pase que Gaspar hubiera rematado a placer si no hubiera sido por Demichelis. No se lo creían, ahí tuvieron el 0-2. Adiez del final, el banquillo y los once jugadores saltaron con el gol de Checa finalmente anulado por fuera de juego. Lo tuvieron cerca, pero el partido acabó sin premio.
Pese a la derrota, los jugadores de Cacereño recibieron tras el partido una gran ovación de los doscientos seguidores que apoyaron a los suyos desde la Rosaleda. Un premio por la buena imagen y la ilusión que durante los diento ochenta minutos de eliminatoria mostraron.
En rueda de prensa, Pellegrini confirmó la mala imagen de sus jugadores, dándoles un toque de atención con frases como: “Sin actitud no se puede jugar al fútbol”.
Pero el vencedor de la eliminatoria fue el Málaga CF, que no conocerá a su rival hasta el 12 de diciembre. Día en el que Eibar y Athletic de Bilbao romperán el empate a cero con el que acabó el partido de ida en el Estadio Municipal de Ipurua.
Onces iniciales
Málaga: Kameni; Jesús Gámez, Weligton, Onyewu, Álex Portillo; Seba, Iturra, Recio,Duda (C); Buonanotte y Santa Cruz.
Cacereño: Fuentes; Palero, Juli Ferrer, Carrizosa (C), Toni; Santi Amaro, Gaspar, Checa, Chapi; Valverde y Esteve.
Acerca de Laura Molina Guerrero
Una catalana en Málaga. Estudiante de Periodismo. Fútbol internacional.