Más que un concierto, el acústico del sábado parecía una reunión de amigos con unos escasos cuarenta asistentes que pudieron disfrutar de un Diego Cantero más íntimo e interactivo que nunca.
La cita estaba prevista para las diez de la noche e incluso un expectante público entorpecía el paso haciendo cola en la puerta un rato antes. Pero como todos los artistas se hizo de esperar y mereció la pena. Sin presentación de por medio, el cantante de la banda murciana se subió solo al escenario para comenzar con “Doctor desastre“, arrancando algunos cantes a los allí presentes. Diego Cantero venía esta vez sin los demás funambulistas. Su idea era la de presentarle al público las canciones tal y como nacieron: con su voz, una guitarra y el piano de acompañamiento.
El sonido en La Botica era cercano e íntimo, como de costumbre, si bien habría que señalar las aportaciones del público, que a veces superaba en gran medida a la voz del propio artista. Sobre todo cuando empezó con los temas más conocidos: Cosas que no quise decirte y Ya verás. En un momento más privado, Diego se animó a tocar una de las canciones que escribió cuando tenía solo 17 años, “Cuentos”, una crítica hacia las mentiras universales a las que todos estamos acostumbrados.
Hizo gritar a todos como si de Fieras se tratasen y sorprendió a algunos con una composición prácticamente desconocida, “Señorita rock and roll“, que sólo toca en directo. Y por supuesto no pudo faltar “Puro azar“. En la mitad del concierto, Cantero se tomó la confianza de tocar por primera vez una canción inédita, que saldrá en las próximas semanas. Eso sí, pidió que si se grababa no se subiera aún, para no estropear la sorpresa.
Tras llegar a este punto casi nadie se reprimía las ganas de cantar, y Diego Cantero dio la oportunidad a los asistentes de que pidieran las que quisieran. La canción más especial de la noche fue sin duda Tuvimos suerte, en la que el cantante sorprendió confesando que había sido escogida como intro de una serie de televisión.
Mientras enternecía con Lo sé, una libreta recorría la sala, y es que en tiempos de crisis las pequeñas bandas no pueden permitirse el gusto de gastar en carteles, por lo que la opción del funambulista fue recoger los correos electrónicos para avisar a su público más fiel la próxima vez. Ya en la mitad del concierto, Diego dejó el escenario a Curro Ayllón, su compañero y amigo de la asociación La rebotica, para que disfrutara tocando un par de canciones.
La parte final transcurrió de la mano de sus fans que no dudaban en pedir canciones. De ese modo sonaron Mírame, Paro de contar y Losa sobre losa. Llegó el turno de otra canción menos conocida, presentada como una historia de desamor en un banco hace más de diez años, El soldado más sumiso. No podía finalizar la velada sin Funambulista por petición popular, y para que todo acabara con un buen sabor de boca, también sonó Sin argumento, Solo luz y Como un idiota. Antes de despedirse, Diego acordó una próxima cita dentro de cuatro o cinco meses aproximadamente. También animó a todos para que apostaran por la música local, y más siendo de Málaga, donde, según él, disfrutamos de un gran panorama artístico local.
Acerca de Isabel Hueso
Me metí en periodismo para ganar dinero, mientras tanto trabajo gratis para La Taberna Global y escribo chorradas en mi blog. Soy rubia, tampoco me pidáis mucho más.
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