La situación de España es crítica: la prima de riesgo sigue disparada, el paro aumenta día a día, los homosexuales aún no saben si podrán casarse y Wert sigue siendo ministro. O así pinta el panorama la izquierda resentida.
¿Es tan malo José Ignacio Wert? La respuesta es tan evidente como irrebatible: no. Wert es un líder. Uno de esos paladines que se granjea el odio de votantes y disidentes pero que, cuando se marcha, cuando astilla, recibe su merecido reconocimiento. Y no únicamente el de los clásicos vecinos que aseguran que era “una persona normal y siempre saludaba”.
Wert es un estadista, un sociólogo, un profesional del cálculo, un contable de la educación como ya demostró al hacer referencia a las 10 universidades de California. Hay 146. Un pequeño desvío. Aunque para desvío los 29.000 millones de herencia socialista.
Los primeros esbozos de reforma acometidos por el Ministro muestran claramente la línea a seguir por el Ejecutivo: menos inversión, más resultados. Cualquiera podrá criticar, pecando de demagogo, pecando de arquetópico, que una reducción del gasto perjudica el nivel educativo, pero ¿acaso el Plan-E de Zapatero, de 50.000 millones, mejoró la calidad de la enseñanza? ¿Y el cheque-bebé?
Además, los datos ratifican esta concepción de la enseñanza. España dedica el 4,3% de su PIB (unos 43.000 millones de euros) a la educación, mientras que países tan intelectualmente desarrollados como Costa Rica emplean más del 8%, esto es, el doble. Un despilfarro de esta magnitud sólo se justifica si de verdad nos queremos convertir en Costa Rica.
Por ello, los recortes en Educación se antojan como el ideal reformista, la panacea para el sistema educativo. El aumento de horas lectivas equivale directamente al tiempo del cafelito y leer el periódico, un mayor ratio de alumnos por clase incentiva la socialización y dificulta la marginación, la poda en el i+D+I es absolutamente lícita porque nadie sabe lo que es el i+D+I.
En definitiva, podemos confiar en la derecha. Podemos confiar en Wert. Sólo hay que echar un vistazo a los excelentes resultados logrados en Alemania. ¿Qué? No, no me refiero a Merkel. Me refiero al pleno empleo de Hitler.
Wert, otro genio incomprendido,Acerca de Manolo García
Fui becario en SUR para ganar experiencia y poder trabajar aquí. Ahora mismo no tengo novia, y estaría interesado tanto en una relación seria como en algo esporádico. Mis opiniones no me representan a mí, sino a otra persona. Ahora mismo tengo llamadas entrantes gratis.