El Teatro Lírico Andaluz en colaboración con el Vicerrectorado de Extensión Universitaria de la UMA representó ‘La Revoltosa’ en el Teatro Cervantes, no poco lleno de asistentes y no sobrado de calidad, seguido de una breve antología de la Zarzuela la noche del martes.
Poco menos de noventa minutos pasaron cuando la obra terminaba en el Cervantes tras comenzar a las ocho de la tarde. La Zarzuela, que no es el género lírico-musical más amado, es una representación a medio camino de la ópera y el teatro donde se intercalan momentos cantados y otros hablados, especialmente único de Españistán España. Pero ‘La Revoltosa’ más que una Zarzuela es un sainete, que es como más cortito, menos lírico, menos cantado, y más… chistoso.
La trama se desarrolla en los años de 1987 (coincidiendo con el primer estreno de la obra) en un patio madrileño. La Revoltosa es una mujer llamada Mari Pepa, que es la más ligona del barrio pero que esconde tras el orgullo su amor por Felipe, el ligón de la verbena que igualmente se las dá de tenorio pero comparte el amor de Pepa. Los compadres y señoritas de la vecindad cruzan su desdén con Pepa y Felipe por lanzarles la caña a sus respectivas parejas, por lo que planean una treta en la que acaban coincidiendo los tórtolos enamorados confesándose su amor.
Respecto a la parte teatral la representación no tuvo mayor miga que la oportuna, específica y sin añadiduras, pero la parte vocal fue claramente deficiente. En primer lugar, las voces de Rosa Ruiz (Mari Pepa) y Susana Galindo (Encarna) se alejaban de la tesitura de soprano que deberían cantar, siendo la voz de la actriz principal la más notada rozando el límite superior de una mezzo.
En general no fue difícil notar que los integrantes de la obra eran mejor bailarines que cantantes, ya que otros restantes varones también hacían sus pinitos mezclando ‘canturria con habladuría’. Desde el foso realizaba la parte musical un escueto grupo de músicos de la orquesta sinfónica, y aunque la obra del género chico no precisa mayor instrumentación, cabe destacar que se podía haber escuchado más y mejor.
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La representación de 'La Revoltosa' en el Cervantes, un tanto revuelta,