Tengo muchas cosas que contarte y por eso te escribo esta carta. Seguro que, desde donde estés, eres capaz de leerla y ayudarme:
Nací en 1992. Cuando llegué al mundo ya eras alguien grande. Habías dejado atrás los garajes en Califonía y habías creado ‘Apple’ casi treinta años antes de que yo pudiese pronunciar mi primera palabra. Habías sido portada del Time diez años antes de que alguien dijese ‘Será niña’ e hiciste posible una de las primeras películas que recuerdo haber visto: ‘Toy Story’.
Todo esto me deja a años luz de ti. No sólo a mí, un poco a todos. Pero eso creo que sí lo sabes. Debes saberlo, al menos, porque hoy todos hablan de ti y se sorprenden, no están hechos a la idea de que te hayas ido. Te ibas a ir, sí, eso lo sabíamos todos pero el pensamiento a largo plazo los mantenía fuertes, creyendo, diseñando, escuchando y llamando, posiblemente.
Habías hecho posible el WWW en 1988 con ‘The Cube’. Habías cambiado el mundo pero aún nadie se había dado cuenta, porque eran jóvenes y reacios al cambio. Luego llegamos nosotros, años después, cuando nos hicimos mayores y creamos una generación nueva. Una generación que creía. Y aprendimos a avanzar.
¿Sabes, Steve? No me gusta el iPhone y no me gusta el iPad. Tampoco el iPod Touch e iTunes me parece un coñazo. Pero recuerdo mi primer iPod, apenas tendría doce años.
Y sí, he criticado a Apple. No voy a dejar de hacerlo aunque te parezca una frivolidad y aunque tú formes parte de ello. Seguiré dando mi opinión cuando piensen que lo hacen mal, cuando digan a Samsung que copian y a todos los demás y piense que son todos unos psicópatas y que dónde vamos a llegar. Diré lo que pienso porque es lo que quieres que hagamos, lo dijiste en Stanford:
No se dejen atrapar por el dogma que implica vivir entre los resultados de los pensamientos y creencias de otros. No permitan que el ruido del pensamiento de otras personas ahogue su voz interior. Y lo más importante: tengan el coraje de seguir su corazón y su intuición.
Pero el motivo de mi carta es otro bien distinto: necesito ayuda. Necesito ayuda y sé que tú, desde donde estés puedes ayudarme, ¿no? Siempre has conseguido todo lo que te has propuesto, esta será una vez más. Hoy necesito que todos, ahí fuera, dejen de pensarte como iPod, iPhone, iPad o iTunes. Diles que paren. Recuérdales, por favor, que Apple es Steve Jobs pero Steve Jobs no fue sólo Apple. Háblables de Píxar, de aquel 1984 que dejó de ser ‘1984‘. Háblales de aquel garaje y de tus dulces 20 años.
Atentamente,
Rocío García.
Querido Steve Jobs...,
Acerca de Rocío García
Parte de la generación PAPEL, del libro 'Dorian ha muerto' y 'La vida por delante''. Buscando un futuro en la UMA, Periodismo. Rompiendo ordenadores se aprende a usarlos, también internet. Buscando a Oliveira con una cámara de fotos la mano. Y ahora, lo que faltaba: (In)culturizando La Taberna Global.
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