Los grandes medios hablan del Banco Santander y de Bankia. Nosotros, de una plataforma en la que los rojillos pueden quejarse de lo que les venga en gana. Algo es algo.
Los expertos definen a la publicity como un false friend para la traducción inglesa del término ‘publicidad’ y como toda mención que se realice del producto o marca y que no haya sido ni pagada ni pactada. Por eso, querríamos, desde nuestro humilde medio de comunicación, cuestionar o hacer pública nuestra consulta a estos expertos de la publicidad (los expertos en social media que siguen en Twitter a masas aleatoriamente no nos inspiran confianza). ¿Cómo llamar la práctica de algunos anunciantes que, coacción y amenazas mediante, coartan la libertad de expresión de pequeños medios como este?
Por temor a represalias, olviden este primer párrafo.
Oiga.me es una plataforma de acción y movilización ciudadana sin ánimo de lucro. En el discurso que lo explica y que hemos recibido, de matices marxistas y fundamentalistas, vemos como de nuevo los sediciosos quincemayistas amenazan las democracias occidentales con su comunismo galopante y su esfuerzo tenaz de destruir todo orden establecido con el fin de acabar con el poco sentido común que reina hoy día. Lo que pretenden, ahora, es secuestrar la política a golpe de ratón. Es decir, intervenir en decisiones tan trascendentales para el transcurrir de la humanidad como la importación o no del marisco cultivado en los trópicos.
Pero esto qué es, Inma
La Universidad de Málaga, en la que el movimiento 15-M ya suma a más de 30 estudiantes implicados, cobra relevancia en esta plataforma. Ya han aparecido los primeros perfiles en redes sociales como Facebook en los que los estudiantes se quejan de que, al parecer, y presuntamente, algo a contrastar por este medio, los alumnos de CCCOM reciben clase en el sótano de un aulario de Ciencias. Además, vemos muchas imágenes de estudiantes haciendo el lila con dos megáfonos de cartón en lugar de preparar sus exámenes de febrero, como todos los que se preocupan por el futuro hacen hoy día. Entre estas imágenes encontramos a la redactora de este medio, Inma Montes, que ya ha recibido su merecido expediente.
Oiga.me no es ninguna novedad. Ya existen alternativas como Actuable, pero con marcados intereses empresariales que ponen en tela de juicio su imparcialidad. Pero lo que es incuestionable, tanto para Oiga.me como para sus alternativas, es que mientras los políticos sigan usando un mecanismo tan efectivo como la bandeja de “correo electrónico no deseado”, toda lucha será en vano.
Acerca de Alberto R. Aguiar
Estudio y dirijo todo esto. No quiero acabar en Sálvame.
