Málaga sigue preparándose para la llegada del evento más importante. No, no hablamos de los 324 festivales de música que se van a celebrar este verano en la ciudad, sino del Festival de Cine de Málaga. El programa Málaga de Festival (MaF) enmarca una serie de actividades previas a la cita con el cine español.
El pasado jueves, en el Colegio Oficial de Graduados Sociales se citaba a la gente para disfrutar de un espectáculo sobre musicales de Broadway a cargo del Teatro Lírico Andaluz. Con este título uno se puede imaginar a una compañía de teatro interpretando temas conocidos de la historia del cine. La sorpresa llega cuando los que aparecen son Los Tres Tenores, un espectáculo a cargo del Teatro Lírico Andaluz.
En la inmensidad del salón de actos del Colegio y con impuntualidad malagueña aparecieron cuatro señores muy trajeados y empezaron a presentar aquéllo como si fuesen Carlos Lozano en una gala casposa de principios de siglo.
Los tres tenores, después de dar cuatro veces las gracias al Colegio por acogerles, empezaron a interpretar canciones de forma individual. El Padrino, Chess, El Hombre de la Mancha, Ghost, Camelot, El violinista sobre el tejado –a partir de aquí creo que eché una cabezada-, también Los Miserables, Desayuno con diamantes y poco más.
Y digo yo. Con la de temazos que han parido los grandes musicales de Broadway, ¿no podían haber escogido algo un poquito más llamativo? Annie, Cabaret, Chicago, Cats, El Rey León, Fiebre del Sábado Noche, Jesucristo Superstar, La bella y la bestia, Mamma Mia!, West Side Story… No, tenían que cantar “My Way” de Frank Sinatra, que es un gran tema de Broadway de toda la vida.
A todo esto, entre canción y canción, los tenores transformaban su espectáculo musical en El Club de la Comedia y hacían chascarrillos a lo Jaimito Borromeo. Pero lo mejor estaba por llegar. Al final del espectáculo prometieron una propinilla para los amigos y familiares que se habían desplazado hasta allí, de modo que interpretaron el gran hit de Broadway, esa canción que nada más oírla te transporta a esa gran avenida de Nueva York repleta de teatros musicales: cantaron “Granada”.
Y cuando por fin terminaron y pude escapar junto a mis amigos, éstos dieron en la clave del porqué tanto sufrimiento: “¿Quién te odia tanto en La Taberna como para mandarte a cubrir esto?”. No hay más preguntas, señoría.
Acerca de Miguel Ángel López
3º de Periodismo y aquí esclavizado me tienen.