Lo normal es ver a un grupo de estudiantes encerrarse en algún lado y ver a un guarda mirando preocupado el marrón que se tiene que comer. Hoy la estampa es distinta: los trabajadores de Securitas se acaban de encerrar en el rectorado, según dicen, porque han ido a hablar con la empresa y les han cerrado las puertas de la oficina en su cara
En torno a una veintena de empleados de Securitas se han encerrado hoy en el rectorado de la Universidad de Málaga. Securitas es la empresa de seguridad privada en la que la UMA delega la protección de sus bienes y de sus estudiantes ante las fuerzas del mal (de los Satanases del infierno y de quienes se atreven a mancillar los campus umeños intentando robar bicicletas a mano armada).
José Miguel García, como delegado sindical de Securitas en la Universidad, afirma que sus compañeros y él han decidido permanecer “indefinidamente” (o hasta que les echen) en las instalaciones del rectorado (donde se encuentra el gobierno de la UMA). Estos empleados, según explica García, tenían una cita con la empresa para manifestar el malestar de la plantilla por el descuelgue salarial que plantea Securitas. “La empresa quiere quitarnos derechos que ya hemos adquirido, bajarnos sueldos, quitarnos días de vacaciones, subir el cómputo de horas… Pretendíamos hablar con la empresa pero nos han cerrado la puerta de la oficina en las narices. De hecho, a un compañero le han pegado un empujón”. Un al perreo en toda regla.
Los trabajadores no están solos. Siguiendo la máxima “el pueblo unido jamás será vencido” y “qué casualidad que el hijo del obrero no pueda estudiar” (?) los miembros de Frente Estudiantil de Lucha (FEL) se han reunido con estos trabajadores y se han sentado en el parqué del rectorado junto a ellos. FEL es la escisión de Eureka más izquierdosa. Interprétese para bien… o para mal. A gusto del lector. Del consumidor. Si no le gusta lo que le decimos, le devolvemos el dinero. No.
Ana Bastida, en representación de FEL, manifiesta que su asociación estudiantil secunda el encierre porque apoyan a todos los trabajadores de la universidad en sus movilizaciones. En honor a la verdad, Bastida ha dicho, literalmente: “nosotrxs apoyamos a todxs lxs trabajadorxs de la universidad”, pero luego ha dicho que por eso “les apoyamls”, con ‘L’.