Los autores del informe, que todavía no se han dado cuenta de que eso tiene que estar mal, no han pedido perdón a las víctimas pero sí han dejado las armas en una casa de campo.
La alarma saltó ayer lunes por la mañana, cuando el gabinete de prensa de la UMA anunciaba que nuestra querida institución académica ocupa la posición 46 de 48 en el ránking de universidades españolas según el informe de la Universidad de Valencia. Bueno, eso es lo que nos habría gustado a nosotros que hubieran hecho, pero se ve que por lo que sea se les pasó y fue La Opinión de Málaga, el medio que dirige FJ Cristófol, quien adelantó la primicia.
De lo que no se dieron cuenta los de La Opi, como la llama alguna gente de forma desagradable, es que debe de haber un error, porque de 100 puntos posibles la UMA sólo saca 13, lo cual claramente carece de sentido teniendo en cuenta que los criterios medidos son la implicación social, la labor investigadora y la función docente, justamente las tres especialidades de la UMA. Sí que habría resultado algo más comprensible un resultado de ese calibre si se midieran variables como el índice de cáncer entre el estudiantado, las posibilidades de echar a arder por el efecto lupa de las vidrieras o, yo qué sé, el número de crímenes sin resolver.
Pero no. Ahora vienen tres valencianos —concretamente Eduardo Beamonte, Alejandro Casino y Ernesto Jesús Veres, los responsables del estudio— a decirnos que no, que nuestra universidad es una mierda, incluso peor que la de Murcia. Claro, como ellos no tienen televisión pública de las que molan… Y no sólo eso, sino que también nos restriegan una caída de seis posiciones con respecto a la clasificación de 2008 —la actual es de 2010, que los tíos se han tomado su tiempo—. Indignante. O “indigno”, como diría una compañera de clase a la que desde aquí mando un saludo.
Alguien podría pensar que a lo mejor, al contrario de lo que indica el informe, el número de profesores por alumno no representa la calidad docente de una universidad, o que el índice de abandono universitario está condicionado por factores ajenos a la institución como, por ejemplo, el precio de la matrícula en cada comunidad. Y cada uno es libre de pensar lo que quiera, en serio, pero nosotros creemos fervientemente que el fallo tiene su origen en la fórmula matemática utilizada para las mediciones. Aquí os la dejamos para ver si os dais cuenta vosotros también.
La fórmula es completamente real, ¿eh? El pene ha aparecido solo.
Un claro error metodológico sitúa a la UMA antepenúltima en el ránking de universidades,Acerca de Manolo García
Fui becario en SUR para ganar experiencia y poder trabajar aquí. Ahora mismo no tengo novia, y estaría interesado tanto en una relación seria como en algo esporádico. Mis opiniones no me representan a mí, sino a otra persona. Ahora mismo tengo llamadas entrantes gratis.