Seis horas de claustro universitario dan para mucho. O no. Porque “menudo coñazo”. Eso debieron pensar los catedráticos que luchaban por los asientos del fondo del Paraninfo.
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“Hay que hacer más con menos”. No lo dijo nadie en el último claustro del año. Ni siquiera Mariano Rajoy. Ni siquiera José Ignacio Wert. Más que nada porque ninguno de los dos habían ido. Pero la Universidad de Málaga celebraba su última reunión claustral antes de que se acabase el mundo, y la amarga sentencia de las políticas de austeridad actuales se cernía sobre el ambiente. Todos lo sabían. Hasta los competentes de realizar el Plan de Estrategia o el Plan de Competitividad, que llegaron a presumir de operar con menos objetivos, menos líneas de trabajo o menos capacidad de maniobra que el año pasado. ¡Joder, sí! E incluso alguna que otra diapositiva se adornaba de profundos análisis que servían de alegato para defender la educación pública superior. ¡¡¡SEGUIMOS CAMINO DE LA EXCELENCIA!!! Literal. Con los cuatro signos de exclamación íntegros.
Sin lugar a dudas, defender de una manera tan ardua la universidad es una tarea fatigosa. Que se lo digan a Rafael Pozas, el ahora “ex” portavoz de la asociación universitaria Progreso. Entre lágrimas, el malagueño denotó una amplia superioridad moral frente al secretario general del PSOE. Rubalcaba no cede ante las voces críticas de sus colegas que exigen su cabeza para frenar la debacle socialista. Rafael Moderno Pozas no tenía que frenar nada, pero lo cierto es que ha dejado el cargo orgulloso de su trayectoria y soltando unas cuantas puyas, que eso se le da de escándalo. “Critico al presidente de Reforma por no defender a la universidad pública de las críticas de Villalobo”. Pimba. Zasca. Traf. Y algunos: “mamma mía con el claustro de hoy” en Twitter. Suponemos por la duración, ya que la reunión de claustro se prolongó hasta más de seis horas.
Un claustro que ha intercalado jugosos anuncios como que la nueva página web de la universidad será más transparente y se estrenará en enero, con las exigencias que ya son todo un clásico en la institución. “¡Fuera línea 5, que lleguen los buses a la ampliación, comedor universitario real ya!”. Loli Caetano, presidenta de la asociación universitaria Conect@, ha lamentado, además, en su intervención de grupo claustral, la deuda que mantiene la Junta con la Universidad de Málaga. Más de 97 millones de euros que provocan una complicada situación en la institución académica en vista de la falta de liquidez. Reforma!, a su vez, evitando alusiones directas al exportavoz de Progreso y aún miembro de la mesa claustral, ha insistido en que no responderá a ninguna declaración “externa”. Lo hacía en nombre de esta asociación Javier López, su secretario general, puesto que Pablo Ruiz, presidente en funciones, al parecer ha preferido no tomar la palabra.
Con lo de siempre se cierra un claustro más. El último antes del fin del mundo, por cierto. Sin ápice de cambiar: las asociaciones, puteando a la rectora, que les explicaba hasta que salía porque se hacía pipí. No, esto no es una coña nuestra. La rectora, pollagordeando de equipo de gobierno y de ser rectora. La rectora, por cierto, puteando, además, al Gobierno. Los catedráticos sudando, leyendo sus eBooks, enviando correos electrónicos, jugando al Bubble Shooter. Y todos muy cabreados por los recortes en educación. Lo dicho, lo de siempre. Qué cosas.
Acerca de Alberto R. Aguiar
Estudio y dirijo todo esto. No quiero acabar en Sálvame.
