Los umeños ya no tendrán ni para pipas a partir del curso 2013-2014 gracias a los recortes de Mamá Merkel y tito Wert. Adiós a la sensación tijuana.
Pues OK tío, si no me convalidáis asignaturas ya me vengaré…
Lo primero que viene a la cabeza de muchos al escuchar la palabra “Erasmus” es un sinónimo de fiesta, juerga o pinchito asegurado (se dice por ahí que los españoles ligan más en países nórdicos). Nada más lejos de la realidad, como podemos comprobar por los compañeros de Erasmus pocos u otros estudiantes que embarcados en dicha aventura han decidido plasmar sus vivencias en la red. Por cierto, probad la receta de cocido de Ángela R. Bonachera.
Se dice también que los programas de movilidad peligran. Nos llegan muchas veces datos y estadísticas con cuentagotas que no hacen más que alimentar la incertidumbre (que no el estómago) del estudiante que está fuera. Y también del que se quiere ir el año que viene a sembrar el terror y la excelencia a la que nos tiene acostumbrados la UMA.
Mamá Merkel aprieta pero no ahoga
El pasado mes salió la noticia que puso en alarma a todos: Después de 25 años con este y otros programas de movilidad europeos, la UE se quedaba sin fondos para mantenerlos. Ay mamá.
Tras esto, Patrizio Fiorilli, que no es un mafioso calabrés sino el portavoz europeo de Presupuestos, aseguró que las ayudas destinadas a los meses de enero y septiembre se encontraban cubiertas por parte de la UE. No ocurre lo mismo con respecto a los meses restantes, con lo cual aproximadamente 270.000 estudiantes de toda Europa que se encontraban ya estudiando en sus destinos se veían casi con una mano detrás y otra delante. Para España, esto suponía una pérdida de aproximadamente 900 millones de euros ya que debía asumir los gastos ante la falta de liquidez del Gobierno Central Europeo.
Por otro lado, existe un desfase presupuestario en España. Nuestro país, que para variar es el reino del desfase y de la tortilla de patatas, es el que más estudiantes recibe y envía (37.432 recibidos y 36.183 enviados). Pero también de los que menor cantidad de dinero recibe en concepto de ayudas.
Estos sí que saben plasmar la mezcla entre tortilla española y desfase. / Captura de “Si tú me dices Ben yo digo Affleck” de Love of lesbian
Para paliar el resacón económico, la UE decide proporcionarle un aparentemente jugoso analgésico: una inyección de 420 millones de euros. Pero lo que muchos no saben es que este dinero también va destinado a otros programas de movilidad como los programas Leonardo y Comenius, los cuales en contraposición con la Erasmus (al cual va destinado más de la mitad del presupuesto), apenas se llevan un 25% del presupuesto del PAP (o Programa de Aprendizaje Permanente).
Siguiendo con el símil del analgésico, esto sería como un espidifén de menta para el sistema educativo europeo: calma en cierta forma, pero sabe fatal. Y tanto.
En los últimos días se ha estado debatiendo qué será de los programas de movilidad. Países como España reclaman más ayudas, mientras otros como Francia o Suecia apuestan por lo contrario. Sea como fuere, sólo hay una cosa que es cierta: Los estudiantes acabaremos jodidos y el Tesco forrándose.
Super UMA al rescate: el comunicado dentro del comunicado
Ante el aparente panorama desolador que se presentaba, la UMA lanza un “comunicadoception”o lo que viene a ser un comunicado en el cual incluye el comunicado del Organismo Autónomo de Programas Educativos Europeos (OAPEE) quien asegura que « La Comisión Europea se encuentra en una situación puntual de falta de liquidez para abonar el segundo tramo de la financiación correspondiente a las acciones descentralizadas del Programa de Aprendizaje Permanente, que espera resolver a lo largo del mes de noviembre.» y que «En ningún caso corren peligro las becas Erasmus, ni para esta convocatoria, ni para la de 2013». A lo que la UMA añade que con todo esto, se pretende enviar un mensaje tranquilizador a alumnos y familias. Que no pasa ná, vamoh. Ah, y que compren huevos para la cena de hoy, muack.
(Re)corta y colorea (de negro) tu futuro con Wert
¿Y qué pasa con los que quieren irse? Aunque el OAPEE asegura que las becas Erasmus no corren peligro, sí que el presupuesto de las becas para 2013 se ha visto reducido por parte del Ministerio de Educación a 15’2 millones de euros, o sea casi un 75% menos con respecto a 2011. Hablamos de un recorte de aproximadamente 45 millones de euros (dinero que seguramente irá a parar a algún parque temático sobre el banco malo, vaya usté a saber)Pero a nivel autonómico, los recortes también se hacen patentes: en el caso de Andalucía, mientras el año pasado cada alumno recibía entre 350 y 600 euros dependiendo si era becario o no del Ministerio de Educación, este año recibirán entre 100 y 298 euros aproximadamente (38 y 188 euros si se es becario) en función del nivel de vida del país de destino.
Haciendo cuentas con LTG
Partiendo de los presupuestos fijos con los que contamos, cada alumno Erasmus recibe unos 133 euros del OAPEE independientemente de si se es becario o no. A todo esto, suponiendo que una persona becaria quiera irse, por ejemplo a Países Bajos, recibiría en 2013 además unos 188 euros en concepto de complementos de ayuda por parte de la Junta.
A ello sumado con la irrisoria cantidad que nos aporta el MECD – que en el curso 2011-2012 (ojo, y no contamos con el pequeño hachazo presupuestario de Tito Wert) fue de aproximadamente 100 euros se nos quedaría aproximadamente en unos 421 euros de ayuda al estudiante becario frente a los 531 que recibiría un no-becario (133€ + 298€ +100€ ).
Desde La Taberna Global, concluimos que todo esto supondría no sólo una bajada de estudiantes enviados, sino un fenómeno trágico que afectará a toda la economía europea, incluso a las acciones de Tesco/Leclerc. Seguiremos informando.
Seremus pocos, o cómo afectan los recortes al estudiante viajero,
Acerca de Laura Muñoz
20. Cámara en mano, buscando el instante preciso. Estudio Comunicación Audiovisual en la UMA, futura Erasmus en Bruselas. Además de fotografiar para otros medios y colaboro escribiendo en La Taberna Global. Me gusta pescar imágenes.
