El miembro de la asociación Fénix, junto con su compañero Luis Fernández, condujo a la Universidad de Málaga a la cima de la gloria ante la mirada impotente de los anfitriones de la UCO, relegados a la segunda posición.
“Queremos agradecer a D. Manuel Bermúdez, el jurado y los compañeros el magnífico torneo. ¡Muchas gracias!”, declaró Jesús Baena a sus 169 fans en Twitter, previo retuiteo de siete aforismos de @ifilosofia, tras conocer su victoria en el I Torneo de Debate Académico UCO. El evento, celebrado en Córdoba (por eso lo de ‘CO'; la ‘U’ es de Universidad) los días 18 y 19 de octubre, contó con la participación de prestigiosas instituciones como ETEA, UCO, Dilema –¡qué dilema!– y la UMA, personada en el propio Baena y otro más, un tal Luis Fernández.
De esta forma, la heroicidad de Baena, entrevistado en su día por La Taberna Global, rompe el estereotipo ese de que la UMA está formada por Eureka y 34.900 alumnos más. Pues no, ya que el predicador pertenece a la asociación Fénix, nacida de las cenizas de una aventura un tanto agridulce en las listas de Reforma!. Ya ves tú, Reforma!.
El caso es que la Universidad de Málaga arrasó en el torneo de debates organizado en Córdoba, dejando a los anfitriones a las puertas del triunfo. El premio para la mejor oradora fue a parar, sin embargo, a Beatriz Delgado de ETEA, que según nos comentan ha dejado ya las armas pero aún no se ha disuelto. El tema a debatir no podía ser otro que ‘El juicio de Sócrates’, y las deliberaciones se emitirían en función a la expresión oral y la capacidad crítica y analítica de los participantes. Como en los exámenes tipo test.
“Al ganar no nos pusieron los aspersores; al contrario, nos fuimos juntos a comer y pasar el rato”, comenta Baena, que considera la hazaña “como ganar un Mundial, impensable”. La competición fue, según sus propias palabras, “muy limpia en todos los sentidos”. Es por eso que rechaza que su amistad con el organizador condicionara de alguna manera los resultados. “Él era preparador de muchos de los equipos, así que si hubiera hecho trampas, creo que habría barrido para casa”, confiesa.
Las influencias más directas para elaboración de su discurso final, accesible aquí, son la figura del soldado escocés William Wallace y sus arengas antes de la batalla, ya que concibe la oratoria “como un medio para cambiar las cosas”. Nada de personajes políticos, a pesar de que cualquiera puede reconocer a primera vista el don para la elocuencia de José Ignacio Wert. “Yo no, no rotundo”, apunta Baena.
En definitiva, el premio supone un merecido reconocimiento a la demagogia malagueña tan en boga en las últimas semanas con esto del SARE y la felicidad. Pero no queremos acabar esta pieza mandando un mensaje de pesimismo a la sociedad, así que Baena quiere arrancarse con un chiste: “–Jaimito, ¿en qué tiempo está ‘ayer estuve buscando novio’? –En tiempo perdido, señorita”. “Los chistes no son mi fuerte”, reconoce Baena. Se ve que no.
Acerca de Manolo García
Fui becario en SUR para ganar experiencia y poder trabajar aquí. Ahora mismo no tengo novia, y estaría interesado tanto en una relación seria como en algo esporádico. Mis opiniones no me representan a mí, sino a otra persona. Ahora mismo tengo llamadas entrantes gratis.