A pesar de que el tribunal desestimó el recurso por el cual la hora del inicio de la manifestación se adelantaba a las cinco de la tarde, los indignados se saltaron la ley desde el primer momento, por lo que aguardaron en la Plaza de la Merced hasta las seis de la tarde para que acudieran todos los posibles asistentes. Una gran pancarta que rezaba “Somos el 99%. Para todos, todo. Sin Miedo. 12M-15M” abría la marcha, que transcurrió por las más céntricas calles de Málaga de manera festiva, pacífica y tranquila. Tan tranquila que duró dos horas, aunque afortunadamente no hubo que lamentar ninguna muerte por asfixia o insolación, debido a las altas temperaturas que marcaban los termómetros.
La manifestación contó con la asistencia de miles de personas. ¿Cuántas? Jamás lo sabremos. Según La Opinión de Málaga, los convocantes aseguran que acudieron a la cita 20.000 personas, mientras que la policía cifra la protesta en unas 2.000, seguramente captadas por las cámaras que portaban los agentes, y con las que grababan a los manifestantes. Sin embargo, el cuerpo policial malagueño se negó a ser fotografiado o a hacer declaraciones a La Taberna Global. “En la comisaría tiene un gabinete de comunicación”, decía un policía nacional mientras otro nos grababa. Esperamos haber salido guapos.
Pero la verdadera noticia, el gran drama de ayer, se encontraba, literalmente,
atrapada entre los manifestantes del 12-M. Ni desahuciados, ni parados, ni quinientoseuristas: un coche de bodas estaba inmovilizado entre la calle Císter y la Avenida de Cervantes, ya que la marcha de los indignados y el tráfico cortado impedía el movimiento del vehículo. Un hombre con esmoquin se apoyaba de pie en la puerta delantera entreabierta del coche. “Soy el padre de la novia. El novio lleva una hora y media esperando en la Catedral”. Ante nuestra obligada pregunta de si había previsto esta traba, el padre de la novia (también indignado) nos enseñaba un papel y respondía: “Pedimos la fecha hace un año, y no sabíamos nada de esto”. Los manifestantes, por su parte, intentaban animar a la novia al grito de “¡No te cases, únete!”. Pero La Taberna Global, al ser un medio de comunicación que se caracteriza por saber buscar y priorizar las noticias, dejó de lado durante un momento a los perroflautas para dirigirse a la Catedral de Málaga. Allí, conseguimos entrevistar al hermano de la novia: “Llevo aquí dos horas, así que no me toquéis los cojones”. Sublime.
El otro trending topic malagueño del fin de semana es, sin lugar a dudas, la posible victoria del Málaga el domingo, lo que conduciría al equipo directamente a la Champions. La misma mañana del sábado, miles de personas se habían congregado en calle Larios ataviadas con los colores de su equipo con el objetivo de animarlo. Por lo que pudimos observar, uno de los manifestantes no se había cambiado de ropa e iba vestido de la misma manera a la manifestación. “Perroflauta, sin duda”, pensamos. Pero, ¿qué es más importante para los malagueños, que el Málaga gane la Champions o que cesen los recortes sociales y los abusos políticos? “Yo creo que les preocupa mucho más la lucha para conquistar sus derechos”, decía este ingenuo manifestante.
La manifestación concluía el recorrido en el punto exacto desde donde partió. Exactamente, es lo que estáis pensando. Pese al gran dispositivo de seguridad que rodeaba la plaza, ésta terminó siendo okupada por los indignados. Cambiando un “de la Constitución” por un “de la Merced”, los manifestantes volvieron a sentarse y a prepararse para las asambleas que se sucederían a lo largo de toda la noche, ya que la plaza permaneció ocupada hasta las siete de la mañana. Durante los días 13 y 14 continuarán los actos, actividades, talleres, charlas y asambleas en la Plaza de la Merced. Sin embargo, el día 15 de mayo los perroflautas volverán a la Plaza que les vio nacer: la Plaza de la Constitución.
Una pareja retrasa su boda unas horas por culpa del 12-M,Acerca de Isabel Bellido
Choni letrada. Último curso de Periodismo en la UMA. Escribo en La Taberna Global y en El Observador, y llevo dos veranos juntando letras también en Diario SUR. Aunque allí soy un poco más formal.