Galería Central inaugura una exposición en la que sale un tipo cagando.
“¿Esto es como muy de Delacroix, ¿no?”
El sabio que dijo “los amigos son como las patatas: si te los comes se mueren” usó la misma comparación, pero con las viñetas humorísticas. “Sólo una de cada diez es buena”. No le faltaba razón. Pero Omar Janaan, cuya exposición se inauguraba ayer en Galería Central, rompió todos los registros. Al menos tres de cada diez nos dibujaron alguna que otra sonrisa.
El público que acudió ayer a “Viñetuelas” en la Facultad de Ciencias de la Comunicación se debatía entre llevarse una mano en la barbilla y asentir como si entendiera algo, actitud típica de exposiciones, o partirse el culo con ganas y sin ganas como cuando vas a un monólogo. Ante la duda, los allí presentes optaron por la opción más sensata: miradas de interés y alguna risa discreta ante las decenas de viñetas de Omar Janaan que formaban parte de la nueva exposición de Galería Central. El dibujante no dejó monigote con cabeza: desde los asuntos más irrelevantes, como abrir la puerta del baño y encontrarte a Punset “¡no te preocupes! ¡sé feliz!” como una profunda crítica económica: la mano invisible del mercado, materializada en una peineta. El autor conoce esta dicotomía de su obra: uno no sabe si reír o hacerse el interesante. Pero para Janaan, la crítica es consecuencia del humor, y no al revés. “Al darle una vuelta de tuerca a la política, aparece la crítica”, afirma Omar, en declaraciones para este medio. O lo que es lo mismo: “estaba haciendo un chistaco y me lié”.
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La exposición de Galería Central está dividida en varias secciones. Llamaron la atención las versiones que algunos viñetistas de renombre realizaron de las obras de Janaan, expuestas juntas para comprobar el “antes y el después”. Porque ya saben, si algún día mis escritos periodísticos aparecen expuestos, lo que más deseo en el mundo es un texto al lado del mío de Millás dándole veinte vueltas a mi concepto original. Pero en fin, todo el que es artista es un poco jipi, y el concepto de “propiedad intelectual” lo tienen un poco difuso. Toda una “oda al plagio” que como buen plagio, nunca deja indiferente. Murmullos de “Dios, lo ha destrozado cual Pitingo” o “esto es una obra de arte, por favor, Javi, fichémosle para La Taberna” se podían escuchar por los pasillos de nuestra Facultad. “Por favor. Lo necesitamos. Por favor”.
Otra sección era la denominada “situaciones cotidianas insólitas”, donde Janaan nos seguía desconcertando. Obras de profundo calado intelectual se intercalaban con otras cuyo humor resultaba escatológicamente fácil: un papel super absorbente que arrasaba con tu aparato digestivo si te limpiabas el culo con él. Al preguntarle a Omar Janaan de dónde sacó la inspiración para la viñeta, fue sincero. “Estaba leyendo a Nietzsche y surgió. El concepto del Übermensch impregna esta obra de manera casi dostoievskiana”, afirmó.
La gratuidad, principal atractivo de Galería Central, sigue ampliándose. Al mini-museo sin entrada y las cervezas Victoria, se suma la actuación de un grupo de teatro llamado “Bajotierra” que escenificó el proceso creativo de todo viñetista enfrentado a la hoja en blanco. Revolcarse por el suelo, emitir sonidos guturales, poner muecas, vestirse con pelucas amarillas…una divertida representación que resultó muy agradable hasta que la actriz se cortó una oreja en alusión a la búsqueda de inspiración de Van Gogh. No, afortunadamente no fue necesario. Aunque faltó esa guinda final, todos nos reímos mucho sin despegar nuestra mano de la barbilla en una profunda reflexión. Seguían escuchándose murmullos: “mira, tú te diriges a Omar, le das un calendario de los nuestros y le preguntas si quiere participar con nosotros a cambio. A ver si cuela”.
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Las viñetuelas de Omar Janaan arrastran a fanáticos a lo largo y ancho del territorio nacional. Es el caso de Pilar, estudiante de la Universidad Complutense de Madrid que ha venido a Málaga “exclusivamente para ver la exposición”, según fuentes de nuestro medio. “¿Las viñetas? No sé. Está gracioso, ¿no?”, opina. Voces expertas a un lado, Janaan y su lápiz merecen toda nuestra aprobación por un sencillo motivo. Consiguen poner de vuelta y media a la sociedad y reírse con y de ella en un solo trazo. Una dicotomía nada fácil de conseguir que La Taberna Global busca en cada párrafo. Omar, eres nuestra particular musa. Rubia, masculina y cachonda, pero nuestra musa. Seguimos intentándolo.
Omar Janaan: "Estaba haciendo un chistaco y me lié",
Acerca de Javi Skan
Anarcosindicalista. Igualdad, fraternidad y socialismo. Me duele la cara de ser tan GRAPO. ¡Venceremos! No, es broma. Dirijo este medio mientras hago como que me intereso en mi último año de Periodismo en la UMA. Vuestras opiniones me parecen una mierda.
