Sólo la escalofriante cifra de paro podría movilizar un domingo en Málaga a 6.000 personas según la policía, 4.500 según la Delegación del Gobierno, o a 30.000 personas, como dicen los sindicatos. Estos últimos se han pasado un poco. Este baile de números demuestra que han sido muchos los malagueños que han acudido a la llamada de los principales sindicatos españoles para protestar contra la nueva reforma laboral aprobada por el Partido Popular, calificada por CCOO y UGT como “injusta, ineficaz e inútil”.
La manifestación arrancaba sobre las 11.00 desde la Alameda de Colón, siguiendo un recorrido que concluiría en la Plaza de la Merced. La marcha estaba encabezada por los sindicatos mayoritarios, UGT y CCOO, los cuales portaban una pancarta que rezaba: “Contra la reforma laboral impuesta por el Gobierno”. El desfile lo integraban partidos políticos como IU, PCPE, EQUO y otras asociaciones como la Coordinadora de Inmigrantes de Málaga, una comisión de la Radio Televisión de Andalucía (RTVA) y los cuatro punkis que quedan en Málaga, integrantes del Sindicato de Estudiantes. A diferencia de otras comunidades autónomas como Madrid, el 15-M malagueño ha tenido poca presencia en esta convocatoria. Se encontraba disperso en dos grupos, uno de ellos formado por los indignados de Ciudad Jardín. El PSOE no contaba con pancarta propia, pero algunos de sus representantes han estado presentes en la manifestación (según el Diario SUR, porque yo no he visto a nadie). Entre ellos, el periódico malagueño cita al secretario general del PSOE de Málaga, Miguel Ángel Heredia; el secretario de Organización del partido, Francisco Conejo; la parlamentaria Marisa Bustinduy, la diputada por Málaga en el Congreso de los Diputados Pilar Serrano o la portavoz en el Ayuntamiento de la capital, María Gámez. El segundo es Paconejo. Es de vital importancia citar a destacadas personalidades del ámbito perroflautil malagueño, como son el vendedor de El Militante, el anciano octogenario del gorrito con los colores de la bandera republicana del cual estoy enamorada, y los vendedores ambulantes de chapas de la bandera de Palestina o de la hoz y el martillo. Por un eurillo. Doble rasero.
La manifestación avanzaba cargada de un espíritu cívico y festivo en el que lo más enérgico que podía observarse eran los gritos y los botes de los de IU y los del PCPE, que, para que nos entendamos, son los hooligans de las manifestaciones. “Hace falta ya una huelga general”, “Esto es lo que pasa por un gobierno facha” y el clásico “Manos arriba, esto es un atraco” eran los cánticos que entonaban los manifestantes. Siempre acompañados del característico zarandeo de la banderita de CCOO o de UGT. Viene con el pack de sindicalista, junto con la letra de “La Internacional”.
“He venido porque estoy en paro. Y porque la reforma laboral no me gusta” decía un manifestante anónimo. Le iba a preguntar su nombre, pero consideraba que ya había hablado demasiado. Esta peculiar declaración me obligó a buscar un testimonio que sustentara el motivo por el que miles de personas estaban protestando en numerosas ciudades de España.
“¿La Taberna Global?, ¡ah, sí! Os conozco”. Su nombre era Natalia y lleva en el paro desde hace un año. “Si la legislación laboral anterior a ésta era mala, ahora con el tema de los contratos veo bastante más difícil salir de la situación en la que estoy. Espero que la gente se conciencie, aunque siendo realista, lo dudo. Creo que para que se convoque una huelga general tiene que estar todo el mundo en paro”.
Un discurso en la Plaza de la Merced ponía fin a la manifestación, promovida entre las redes sociales como #19F. En el mismo, se apeló a la unidad y a la lucha contra “un mismo enemigo”. “No hay que votar al PP”. Además, se criticó duramente las declaraciones de la alcaldesa de Fuengirola, Esperanza Oña, la cual alegó que los sindicatos habían estado “muy parados” durante siete años. Ante esto, los líderes sindicales de la provincia de Málaga argumentaron que “no habían parado de convocar manifestaciones e, incluso, la huelga general celebrada hace un año”.
En contraste con Madrid, durante la marcha de Málaga no se entonó ninguna proclama o cántico en contra de los sindicatos. Sin embargo, la huelga general es vista por muchos ciudadanos como la única solución ante el recorte de derechos de los trabajadores. El secretario general del ámbito de enseñanza de CCOO de la provincia de Málaga, José Manuel Fernández, cree que la huelga general sólo se podría convocar en caso de que “se contara con el respaldo de la ciudadanía”. “La gente ha de seguir apoyándonos en cada una de las movilizaciones. Si eso se da, deberemos actuar”. “Creemos que la reforma laboral es injusta e innecesaria y no va a sacarnos de la crisis económica”. Ante esto, José Manuel Fernández propone una reforma fiscal como alternativa. “Que los que tengan más paguen más. Nos están quitando los derechos que tras treinta años de lucha hemos conseguido”.
La manifestación concluía con una fiesta improvisada en la Plaza de la Merced en la que las banderitas se movían sin parar al ritmo de la canción “Resistiré” versionada por el programa “El Intermedio”. Un desfase. La próxima fiesta sindical tendrá lugar el 29 de febrero, con una nueva manifestación. Esta vez, a nivel europeo. SE LÍA.
Puede que para esta ocasión sí acudan unos cuantos de millones de españoles. Pero porque en vez de ‘huelga’, han entendido ‘juerga’.
PD: ¡Viva el vino!
Miles de malagueños madrugan para manifestarse en contra de la reforma laboral,
Acerca de Isabel Bellido
Choni letrada. Último curso de Periodismo en la UMA. Escribo en La Taberna Global y en El Observador, y llevo dos veranos juntando letras también en Diario SUR. Aunque allí soy un poco más formal.
