Las lesiones han aumentado en este inicio de curso futbolístico. La acumulación de partidos no oficiales afectan a las condiciones físicas de los jugadores. Los clubes y selecciones se llenan los bolsillos a costa del desgaste de los profesionales.
Lesión muscular de Iniesta el día 13
Comenzamos la temporada hace mes y medio, todos los equipos tuvieron su periodo de “calentamiento”. Partidos amistosos y preparación física específica para recuperar el tono tras el verano. Aún existiendo esto, hay una plaga entre los futbolistas de élite: las lesiones musculares (más propias en alturas más adelantadas del año). Una parte del cuerpo escuchamos por encima de otras, el famoso bíceps femoral, que está resultando ser el más afectado (seis lesionados en el Barça). La parte trasera de los muslos está llenando enfermerías. Además de esto, más lesiones de índole muscular, como sobrecargas. Hoy mismo, Villa y Negredo se han sumado a la lista y han abandonado el entrenamiento de la selección española.
Este problema empieza a coincidir en el tiempo con la crisis económica y el afán de los clubes y selecciones por sacar toda la rentabilidad posible a sus jugadores. Lo que lleva a estas “empresas” a tomar decisiones que favorezcan a sus carteras. Si los chinos quieren pagar 3 millones a Portugal por ver a Cristiano, se cogerá a Cristiano, se le meterá en un avión 14 horas y se le llevará a China. Y es que los futbolistas son los protagonistas de este deporte pero, ¿se cuida realmente así de ellos? ¿Son egoístas los clubes y selecciones? Los jugadores top ya tienen por delante Ligas, Champions o Europa League, Copas del Rey y fases clasificatorias, Eurocopas, Copas América o Mundiales con sus Selecciones como encuentros oficiales. Y parece no ser suficiente. Si los clubes pueden ganar 10 millones por hacer una gira, ¿por qué no las selecciones? (se preguntarán las mismas). Así que comenzamos la temporada con miles de kilómetros y partidos (a veces bajo malas condiciones) innecesarios y cargantes para un jugador que está poniendo en marcha su maquinaria de trabajo. Esta semana, eran los mismos médicos los que alertaban a los equipos de lo perjudicial de ello, pero poco han tardado en decir que la acumulación de lesionados es “coincidencia” y una “situación normal”. No tengo claro que los representantes y entorno de esos jugadores piensen lo mismo.
Un ejemplo chocante es el de Lionel Messi. El día 8 de Septiembre ya llevaba 600 minutos jugados y 25 575 kilómetros en viajes a sus espaldas entre partidos oficiales y amistosos de esta temporada. Una barbaridad. Hablamos de la protección de los jugadores dentro del campo, pero también deberíamos cuidarlos y dosificarlos en el número de partidos. Son ellos los que hacen posible este espectáculo, los que nos hacen disfrutar con su juego. Cuando vamos al campo, todos queremos ver al mejor Villa, al mejor Benzemá, al mejor Cazorla; y si no lo vemos a su máximo potencial, lo criticamos. No tienen más remedio que jugar, es lógico que ellos mismo se dosifiquen. A todos nos gusta seguir viendo a veteranos como Ryan Giggs, David Beckham, Ruud Van Nistelrooy, Raúl…y eso no será posible con los actuales jugadores jóvenes si el contador de minutos de los futbolistas sigue aumentando con tanta rapidez. Al final, con esta sobreutilización todos perdemos.
La sostenibilidad debería entrar a formar parte del fútbol si queremos que las estrellas sigan estando al 100% en nuestros campos. Urge revisar la situación actual por el bien de lo más importante entre las cosas menos importantes, el fútbol.
Acerca de Laura Molina Guerrero
Una catalana en Málaga. Estudiante de Periodismo. Fútbol internacional.
